El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que mantendrá conversaciones telefónicas el lunes con el presidente ruso, Vladimir Putin, y con su par ucraniano, Volodimir Zelensky, en un intento de frenar el conflicto en Europa del Este.
Desde su red en X Truth Social, Trump precisó que la llamada con Putin será a las 10:00 a.m. y abordará la posibilidad de “detener la masacre que mata, en promedio, a más de 5.000 soldados rusos y ucranianos a la semana, y el comercio”. Luego, dialogará con Zelensky y con representantes de la OTAN. “Ojalá sea un día productivo, se logre un alto al fuego y termine esta guerra tan violenta, una guerra que nunca debió ocurrir. ¡Que Dios nos bendiga a todos!”, escribió.
Horas antes, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, mantuvieron una conversación telefónica en la que afirmaron su voluntad de avanzar en una salida pacífica al conflicto. “El señor Rubio percibió con satisfacción los acuerdos sobre el intercambio de prisioneros de guerra y acerca de la puesta sobre la mesa por cada una de las partes de las condiciones que ven necesarias para alcanzar una tregua”, indicó un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso. Moscú ratificó su disposición a seguir colaborando con Washington.
Rusia y Ucrania se reúnen en Estambul para explorar una salida negociada
Los contactos diplomáticos se dieron tras el primer encuentro directo desde 2022 entre las delegaciones de Ucrania y Rusia, que se desarrolló este viernes en Estambul. La reunión, mediada por el canciller turco Hakan Fidfan, se extendió durante una hora y 45 minutos. Una fuente ucraniana dijo al canal público Suspilne que Moscú exigió la retirada de las tropas ucranianas de las regiones anexionadas por Rusia. La televisión ucraniana calificó la situación como una “pausa” en las negociaciones, mientras que Rusia se mostró dispuesta a analizar las propuestas de alto el fuego y la posibilidad de una cumbre entre Putin y Zelensky.
Desde el inicio de la invasión en 2022, Putin sostiene que el conflicto está vinculado a causas estructurales como la aspiración de Ucrania de ingresar a la OTAN, considerada una amenaza por Moscú. Rusia exige el reconocimiento internacional de la anexión de Donetsk, Lugansk, Kherson, Zaporiyia y Crimea, así como el cese del envío de armas occidentales y la eliminación de grupos ultranacionalistas en territorio ucraniano. El Kremlin también pone en duda la legitimidad del gobierno de Zelensky, señalando que su mandato expiró en mayo de 2024.
Zelensky insiste en garantías de seguridad y rechaza ceder Crimea
Por su parte, el gobierno ucraniano plantea como condición la retirada total de las tropas rusas. Zelensky descarta la cesión de Crimea y, en paralelo, solicita “garantías de seguridad” para Ucrania. Mientras la incorporación a la OTAN sigue siendo una prioridad para Kiev, Trump rechaza esa posibilidad. Como alternativa, Ucrania discute con líderes europeos la creación de un contingente occidental bajo apoyo de la OTAN, propuesta que ha sido rechazada por Moscú.
Uno de los principales avances en las conversaciones de Estambul fue el anuncio del ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, sobre la posibilidad de un intercambio de 1.000 prisioneros de guerra por cada parte. El negociador ruso, Vladimir Medinski, confirmó que “la parte ucraniana solicitó negociaciones directas entre los jefes de Estado” y afirmó haber tomado nota de la propuesta. “Estamos satisfechos con los resultados y dispuestos a continuar los contactos”, señaló.