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Written by 9:17 pm Internacionales

La guerra entre Trump y Musk provoca un terremoto político en Washington

La guerra abierta entre Donald Trump y Elon Musk, luego de la implosión de la alianza entre dos de las personas más poderosas del mundoamenaza con tener efectos de dimensiones aún impredecibles en Estados Unidos, uno de ellos en la propia interna del gobierno del presidente y en la derecha norteamericana.

Mientras Trump descartó por ahora un diálogo con su exasesor estrella para aquietar las aguas -“no me interesa”, dijo-, las esquirlas políticas del abrupto final del “bromance” que redefinió al Partido Republicano el año pasado se empezaron a sentir a la velocidad de un rayo.

Trump y Musk

Algunos líderes del movimiento MAGA de Trump (la sigla de su mantra Make America Great Again) se abroquelaron en torno al presidente, mientras en el partido que lidera el mandatario ya miran con preocupación el impacto en la votación del megaproyecto de presupuesto y la campaña para las elecciones legislativas de 2026, para las que Musk tenía previsto hacer un fuerte aporte económico.

Musk con el control total de Washington

El magnate sudafricano, dueño de Tesla, X y SpaceX, pasó de ayudar a los republicanos a hacerse con el control total de Washington -gastó casi 300 millones de dólares, el mayor donante conocido el año pasado- a atacar a los líderes de más alto rango del partido y desafiar a las bases a que lo enfrenten.

Musk había prometido donar 100 millones de dólares a grupos controlados por los equipos del presidente antes de las elecciones legislativas de 2026, fondos que aún no fueron entregados y que ahora, a la vista de las fuertes acusaciones públicas, seguramente queden congelados.

“A Trump le quedan tres años y medio como presidente, pero yo estaré aquí más de 40 años”, desafió Musk en uno de sus tantos posteos en X, la plataforma elegida para lanzar sus dardos contra la administración Trump. El mensaje fue visto en Washington como una advertencia del hombre más rico del mundo, que tiene el poderío económico y tecnológico suficientes para influir en las elecciones de manera decisiva.

El presidente, para quien es clave sostener su control del Congreso en las elecciones de medio término, debe lidiar con la ira de un antiguo aliado, vital para su éxito político, convertido ahora en enemigo, que parece decidido a socavar su posición en la derecha norteamericana.

Trump y Musk

Es por esto que los republicanos probablemente perderán la Cámara de Representantes en 2026 y luego los demócratas pasarán dos años investigando y acusando al presidente. Trump y los republicanos del Congreso deben cumplir. Queremos recortes presupuestarios. No queremos un gobierno grande”, fue uno de los mensajes directos en clave electoral que reposteó Musk.

El control del Congreso

Mientras el fuego cruzado entre Trump y Musk iba in crescendo el jueves, los republicanos en el Congreso intentaron evitar quedar atrapados en la batalla. Los principales legisladores del partido en ambas cámaras del Congreso -que dominan- trataron de hacer control de daños por los posibles efectos, tanto en el debate sobre la ley de presupuesto en el Senado como en la postura del partido de cara a las elecciones de mitad de mandato.

Hubo legisladores que llamaron a la distensión. “Espero que no nos distraiga de hacer el trabajo que necesitamos”, dijo Dan Newhouse, representante republicano del estado de Washington, en referencia a la ley de presupuesto. “Creo que se calmará y harán las paces”, auguró.

Trump y Musk

Ted Cruz, senador republicano por Texas, fue igualmente optimista. “Espero que ambos vuelvan a unirse porque si los dos trabajan juntos, lograremos mucho más para Estados Unidos que cuando están en propósitos opuestos”, dijo en Fox News.

Según publicó The New York Timeslos asesores políticos de Trump se están preparando para una posible guerra prolongada contra Musk, en la que “los aliados de ambos en la tecnología y la política se vean obligados a elegir un bando”, de acuerdo a una persona cercana al presidente que habló bajo condición de anonimato.

Las empresas de Musk se alistan para la embestida de Trump

Las empresas de Musk se han beneficiado de contratos millonarios con el gobierno y estaban en condiciones de recibir miles de millones de dólares más, una fuente de ingresos clave para su imperio empresarial que ahora Trump puso bajo amenaza. “La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon”, dijo el presidente, en tono de amenaza.

Musk pasó todo el jueves en X atacando a Trump por el plan de presupuesto de los republicanos, que según el multimillonario no recorta lo suficiente el gasto público, y lanzó acusaciones que vinculadas al presidente con el caso Epstein, el más incendiario de sus tuits.

La semana pasada, ya había amenazado con desafiar a los republicanos que apoyan el megaproyecto de ley de presupuesto, al que califico de “abominación repugnante”; el jueves, arremetió contra el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el líder de la mayoría en el Senado, John Thune. “¿Dónde está el Johnson de 2023? ¿Y dónde está el Thune de 2020?“, escribió, inquieto por el déficit.

“No discuto [con Musk] sobre cómo construir cohetes, y me gustaría que él no discutiera conmigo sobre cómo elaborar legislación y aprobarla”, dijo Johnson a CNBC. No obstante, calificó como “titanes” al multimillonario y a Trump. “Espero que todo se resuelva hoy”, añadió.

También se atribuyó el mérito de que los republicanos ganaran el control total de Washington en las elecciones de noviembre pasado, y hasta dejó entrever la idea de lanzar un tercer partido con una encuesta online en X.

Trump también debería investigar el consumo de drogas de Musk

Stephen Bannon, exasesor principal de Trump y uno de los críticos acérrimos de Musk, dijo que estaba aconsejando al presidente de que cancelara todos los contratos federales con las empresas del multimillonario y hasta coqueteó con la idea de una deportación.

“Deberían comenzar una investigación formal sobre su estatus migratorio, porque creo firmemente que es un extranjero ilegal y que debería ser deportado del país de inmediato”, dijo en una entrevista Bannon, que ahora volvió a ser un aliado influyente del presidente.

Bannon dijo que el gobierno de Trump también debería investigar el consumo de drogas de Musk, como reveló en un extenso artículo The New York Times, y su presunto esfuerzo por obtener del Pentágono un informe clasificado sobre China.

“Esto podría generar una grieta masiva en la coalición MAGA”, advirtió, en tanto, Matthew Bartlett, un estratega republicano y exfuncionario de la primera administración Trump.

Por su parte, los amigos y socios de Musk se mostraron incrédulos por la brusca ruptura con el presidente, señaló el sitio Politico. Aunque en un cambio drástico respecto al jueves, el dueño de X desescaló la pelea este viernes en sus posteos.

Sin diálogo

El intento de los asesores de la Casa Blanca por lograr una tregua a través de un diálogo se desvaneció con el correr de las horas. Aunque inicialmente el viernes se había informado que Trump y Musk mantendrían una conversación telefónica, un funcionario de la Casa Blanca confirmó luego que no había ninguna charla programada.

Consultado por la cadena ABC sobre un posible acercamiento con Musk, el mandatario respondió con ironía: “¿Se refieren al hombre que se ha vuelto loco?”, dijo, y agregó que, aunque Musk quisiera hablar, él no tenía “particular interés” en hacerlo en este momento.

Más tarde, en una entrevista telefónica con CNN volvió a apuntar contra el dueño de X. “No pienso en Elon Musk para nada. Tiene un problema. El pobre tiene un problema”, insistió Trump, que agregó que está “totalmente” centrado en la política. “En eso es en lo único que me concentro”, dijo.

El vicepresidente JD Vance fue uno de los que expresó su apoyo a Trump en medio de la disputa pública. “El presidente ha hecho más que nadie en mi vida para ganarse la confianza del movimiento que lidera. Estoy orgulloso de estar a su lado”, escribió en X.

La Casa Blanca eligió calificar a la ruptura que sacudió a Estados Unidos como “un desafortunado episodio de Elon, a quien no le gusta el ‘proyecto de ley grande y hermoso’ porque no incluye sus políticas”, según un comunicado de la secretaria de prensa, Karoline Leavitt.

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