En un clima de intensa polarización, Panamá se prepara para unas elecciones históricas. La sombra del expresidente Ricardo Martinelli se cierne sobre el proceso, mientras su protegido lidera las encuestas. Los panameños se enfrentan a una decisión crucial que podría redefinir el futuro político del país.
Este domingo, Panamá se enfrenta a unas elecciones sin precedentes, marcadas por su complejidad y la polarización. El expresidente Ricardo Martinelli, aunque inhabilitado para buscar la reelección debido a una condena por lavado de dinero, dejó su huella en el proceso electoral a través de su protegido, José Raúl Mulino. Este candidato, del partido Realizando Metas (RM), lidera las encuestas entre los ocho candidatos, con el 37,6% de la intención de voto.
En cambio, los competidores más cercanos de Mulino, el expresidente Martín Torrijos (Partido Popular), Rómulo Roux (Cambio Democrático) y Ricardo Lombana (Movimiento Otro Camino), le siguen con un apoyo del 16,4%, 14,9% y 12,7% respectivamente.
Al respecto, el director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, José Thompson, señaló: “Ya la oferta electoral está muy clara y ustedes tienen las opciones abiertas (…) Quienes hemos venido muchas veces a Panamá sabemos que esta es una sociedad que vive intensamente la política y esperamos que de esa misma manera la ciudadanía acuda a las urnas”.
Panamá entre elecciones generales y controversias
Los más de 3 millones de panameños convocados a las urnas elegirán 885 cargos, incluyendo un nuevo presidente y vicepresidente. También se eligen diputados al Parlamento Centroamericano y a la Asamblea Nacional, alcaldes, representantes de corregimiento y concejales.
En cuanto a la incertidumbre alrededor de la candidatura de Realizando Metas se disipó cuando la Corte Suprema de Justicia declaró que no era inconstitucional la decisión del Tribunal Electoral de designar a Mulino como candidato presidencial en sustitución de Martinelli.
Esa controversia legal alrededor de Mulino será recogida en un informe final de las elecciones generales que redactarán algunos observadores internacionales. Además, las elecciones generales estuvieron marcadas por errores técnicos inesperados en la votación digital anticipada. Estos problemas llevaron a que el Tribunal Electoral suspendiera la votación electrónica el día de las elecciones debido a la desconfianza de los partidos políticos.
Sobre esto, el jefe de la Misión de Observadores Electorales de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), Wilfredo Penco, expresó: “La campaña electoral es un proceso plagado de pasiones, controversias (y) debates. Por supuesto, Panamá no escapa a estas características fundamentales con las peculiaridades que presenta este proceso.”
La sombra de Martinelli
El expresidente Martinelli, aunque no es candidato, tuvo una presencia significativa en estas elecciones. Fue inhabilitado para participar en los comicios por el Tribunal Electoral debido a una condena por lavado de dinero y se asiló en la Embajada de Nicaragua en Panamá. Desde allí, realizó proselitismo a favor de Mulino y apareció en la publicidad de la campaña. Esto causó tensiones entre Panamá y Nicaragua. En especial porque la Cancillería panameña criticó las acciones políticas de Martinelli desde la embajada.
Con información de EFE
