Se trató de la misión DART, en la que invirtieron 330 millones de dólares. El ensayo tuvo como fin comprobar si es posible que una nave pueda desviar la trayectoria de un asteroide.
La NASA realizó con éxito una misión histórica: chocar un asteroide para desviarlo de su curso original. La prueba se llevó a cabo luego de 8 años de trabajo e investigación por un equipo de científicos.
El gran objetivo del ensayo es defender la Tierra de posibles amenazas espaciales a futuro. Con el impacto, los telescopios basados en la tierra lograron recabar datos importantes para una mejor preparación en casos de peligros de impacto.
Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la NASA para la ciencia, advirtió sobre este tipo de acontecimiento. “Estos objetos se precipitan por el espacio y, por supuesto, han marcado la Luna y, con el tiempo, también en la Tierra han tenido impactos importantes, han afectado a nuestra historia”, manifestó el científico.
La nave DART fue la encargada de colisionar con el asteroide Dimorphos, ubicado a 11 millones de kilómetros de la Tierra. La misión de defensa planetaria costó 330 millones de dólares.
“Es algo verdaderamente histórico. Me emociona que estemos moviéndonos de algo que se veía como ficticio y estemos tomando un paso para hacerlo más real”, apuntó Nancy Chabot, una de las principales investigadoras que trabajan con la nave.
IE
