Israel se encuentra en estado de guerra. El grupo terrorista Hamas se infiltró y atacó a poblaciones civiles. Ricardo Eitan Fuxman vive en Ra’Anana, Tel Aviv, hace más de 30 años. Aseguró que la situación es de suma tensión.
El sábado por la mañana, Israel se declaró en estado de guerra. El anuncio se realizó luego de que terroristas de Hamas se infiltraran en el país y -sorpresivamente- masacren a más de 900 civiles. Mientras las personas permanecen en sus hogares, el gobierno de Benjamín Netanyahu informó que atacarán “sin tregua” y que “Israel se embarca en una guerra larga y difícil“. La tensión y el drama aumentan minuto a minuto.
A dos días del ataque, el misionero Ricardo Eitan Fuxman habló con el programa Acá y Ahora de Canal 12 para contar cuál es la situación y qué medidas adoptaron para garantizar la integridad de los civiles.
“Todavía estamos todos en estado de suma tensión“, comenzó su relato Fuxman. Después, contó que “el sábado a las 6:30 de la mañana se inició un ataque de fuerzas terroristas, que sorpresivamente se infiltraron en territorio Israelí ocupando varios poblados y llevando a cabo una masacre“.
Presión de la población al gobierno
El posadeño y Perito Mercantil vive en Israel desde 1963, en una comarca llamada Ra’Anana (a 20 km al norte de Tel Aviv). “Geográficamente estamos a no más de 80 kilómetros la Franja de Gaza. Vivimos en una era donde las distancias se han acortado, un misil recorre cualquier distancia en cuestión de segundos, así que nos sentimos todos en el frente de batalla“, puntualizó.
Fuxman manifestó que, en estos momentos, tomaron dimensión y conciencia del tamaño de la desgracia. Ya se reportaron, aproximadamente, 900 muertos, de los cuales 750 son civiles, que fueron asesinados en sus casas. Entre ellos, de acuerdo a sus comentarios, hay 260 muertos en un festival de música y la mayoría son jóvenes. “Hay una gran presión por parte de la población al gobierno para que la represalia sea proporcional al daño que se ha producido”, aseguró.
Relató que solo el lunes se escucharon cuatro veces las sirenas que te advierten que detectaron un ataque direccionado a la zona donde se encuentran. “El gobierno pidió no alejarse de las casas, las clases fueron suspendidas, las madres no van a trabajar. Entonces, faltan mujeres en oficinas, consultorios, fábricas. Hay personal que no se presenta y empiezan los problemas“, contextualizó.
Edificios preparados
Contó también que los supermercados, farmacias y el sistema de distribución funciona con normalidad. Consideró que no hay que ser drástico, ya que “se trata de una milicia terrorista no de un ejército”.
Según relató, el país tiene dos tipos de construcciones pensadas para resguardar a la gente en estas situaciones. Los edificios antiguos cuentan con un refugio subterráneo. Sin embargo, los nuevos -de 25 años en adelante- tienen un refugio blindado en cada departamento.
“En este momento estoy en mi biblioteca, que es un cuarto blindado. Cuenta con una puerta ancha de metal que se puede correr sobre ruedas y me sirve si llega a existir un ataque aéreo. Este tipo de construcciones ya salvó muchas vidas. El país está preparado, pero se perfeccionaron los modos de ataque“, contó.
Fuxman manifestó que ya vivió situaciones bélicas como La Guerra de los Seis Días, y que lo que cambió – en relación a lo que siempre pasa– es que fue una sorpresa. “Acá usamos una expresión que dice ‘nos pescaron con los pantalones abajo‘. Incluso creo que otros de los grandes sorprendidos fueron los mismos dirigentes de Hamas. Como se les facilitó aniquilar a tanta gente”, señaló.
Fuxman aseguró que no va a emigrar. “Hay un apoyo incondicional al ejército y mucha gente voluntaria para servir a la patria, la gente quiere ser parte“. Por último, aclaró: “vivimos un clima de solidaridad tan profundo que jamás pensamos ni consideramos abandonar el país“.
