El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió a la Corte Penal Internacional (CPI) que procese a Nicolás Maduro y a su cúpula por crímenes de lesa humanidad. “Ya tiene elementos suficientes como para inducir actos de procesamiento para la cadena de mando del régimen venezolano”, sostuvo en una entrevista con NTN24, a pocos días de dejar su cargo.
Almagro confirmó que existe una “nueva secuencia, sucesión de crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen” y mencionó la repetición de patrones de tortura, desaparición forzada y ejecuciones extrajudiciales. Sus declaraciones se apoyan en el último informe del Instituto Casla, que documenta violaciones sistemáticas de derechos humanos en Venezuela. “El documento demuestra esta nueva secuencia”, señaló, y consideró que la información debería derivar en órdenes de captura por parte de la CPI.
Durante sus años al frente de la OEA, el diplomático uruguayo adoptó una posición crítica frente al gobierno venezolano. Lo acusó de desmantelar la democracia y de consolidar un Estado represor. Tras casi una década en el cargo, será reemplazado por el diplomático surinamés Albert Ramdin.

La situación financiera en la OEA y el legado de Mujica
En el mismo reportaje, Almagro se refirió a la situación financiera de la organización. “Siempre hemos sostenido el proceso de la vigencia y relevancia de la organización y, por lo tanto, los fondos han ido fluyendo”, afirmó. Añadió que mantuvieron “un diálogo permanente con la administración Trump para resolver los temas de fondos y presupuestales que eran relevantes para la organización”.
Además, el secretario general indicó que la OEA continuará con su labor en defensa de los derechos humanos y la institucionalidad democrática en el continente. “Esperamos que ese esfuerzo y esa importancia que tiene la organización se mantenga”, expresó.
También hizo mención al fallecimiento del expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica. “Fue una persona que llevó la política a una nueva dimensión e hizo global esa dimensión”, dijo. Lo describió como un referente de una política “humilde, creíble y noble que era justa para la gente”.