Caminos costeros de la ciudad turística de Saint – Malo se ven afectadas por el gran oleaje del mar. Las olas gigantes son una constante en esa zona europea.
La borrasca Pierrick que azotó estos días a la región de Bretaña dejó impresionantes imágenes en la ciudad portuaria de Saint-Malo, en el noroeste de Francia.
Olas gigantes, de varios metros, golpeaban las casas, incluso superan la altura de algunas edificaciones y llenaron de agua las calles de la localidad.
Los vecinos de Saint-Malo están acostumbrados a que el fuerte oleaje haga que el mar inunde la turística ciudad francesa.
Las olas gigantes de marzo
Para que una marea sea considerada súper marea, tiene que superar el coeficiente de 100 establecido por el instituto meteorológico francés. Este año, la súper marea comenzó el 9 de marzo y tendrá su pico el próximo martes día 12, cuando la magnitud alcance los 117 puntos a las 8:43 de la mañana. En ese momento, el nivel del mar se habrá elevado por encima de los 13 metros de sus valores habituales.
Las mareas en Saint-Malo son influenciadas por los factores comunes al resto de mareas. Aquí el estuario del río Rance, que se expande en forma de marismas. La dirección y la fuerza del viento que proviene del canal de la Mancha, y la topografía de la costa influyen para que su altura sea descomunal. Los mismo sucede en el Mont-Saint-Michel ya que se ubica en la misma bahía que cierra dicha urbe portuaria.
