Con un ajustado 50,89% de los votos, Karol Nawrocki se impuso en la segunda vuelta presidencial de Polonia y desplazó al liberal Rafał Trzaskowski. Su elección marca un giro respecto al gobierno proeuropeo del primer ministro Donald Tusk. Aunque la presidencia polaca tiene funciones protocolares, el cargo incluye poder de veto sobre leyes, lo que lo convierte en una figura clave frente a un parlamento donde Tusk no cuenta con mayoría calificada.
“Polonia será grande o no existirá”, declaró Nawrocki tras su triunfo. Admirador del expresidente estadounidense Donald Trump, viajó a Washington durante la campaña para fotografiarse con él en la Oficina Oval. Desde Estados Unidos, el secretario de Estado Marco Rubio celebró que “el pueblo polaco se ha pronunciado y apoya un ejército más fuerte y la seguridad de sus fronteras”.
Perfil duro y discurso antiinmigración en Polonia
Nacido en Gdansk, Nawrocki es historiador y presidió el Instituto Nacional de Memoria (IPN), además de haber dirigido el Museo de la Segunda Guerra Mundial. No tenía trayectoria política visible antes de esta elección, pero durante la campaña proyectó una imagen combativa, incluso compartiendo videos boxeando. “Si llegan inmigrantes ilegales de un momento a otro, aniquilarán nuestra seguridad y nuestra sensación de bienestar en Polonia”, afirmó, pese a que los extranjeros representan solo el 1,5% de la población del país.

En su juventud fue parte de los hooligans del Lechia de Gdansk y admitió haber participado en peleas. Su nombre aparece vinculado en medios locales a hechos violentos y a presuntos contactos con redes de prostitución, acusaciones que ha negado parcialmente. En 2024 fue incluido en la lista de buscados por Rusia, tras participar en el desmantelamiento de un monumento soviético.
Apoyo a Ucrania con condiciones
A diferencia de otros líderes euroescépticos, Nawrocki respalda la ayuda militar a Ucrania, aunque rechaza su ingreso a la OTAN o la UE mientras dure la invasión rusa. Su propuesta incluye recortar prestaciones a los refugiados ucranianos que han llegado a Polonia desde 2022. No obstante, el mandatario ucraniano Volodímir Zelenski declaró que “queremos seguir manteniendo una fructífera cooperación con Polonia y con el presidente Nawrocki personalmente”.
El nuevo presidente también expresó su rechazo a las políticas migratorias y climáticas impulsadas desde Bruselas. Se opone a ampliar derechos a la comunidad LGTBI, rechaza el aborto y defiende valores familiares tradicionales. A nivel energético, apoya el uso continuado del carbón hasta que el país cuente con una planta nuclear propia.
Asimismo, la victoria de Nawrocki fue celebrada por figuras de la ultraderecha como Viktor Orbán y Marine Le Pen. “Felicitaciones al presidente @NawrockiKn por su fantástica victoria”, escribió el primer ministro húngaro. Le Pen calificó el resultado como “un repudio a la oligarquía de Bruselas” y a sus “políticas autoritarias y ambiciones federalistas”.