El presidente estadounidense Donald Trump pidió públicamente que se mantuvieran bajos los precios del petróleo ante la posibilidad de bloqueo de Ormuz, por parte de Irán. A través de su red Truth Social, exigió a los actores del mercado que evitaran cualquier maniobra que disparara el valor del crudo. “TODOS, MANTENGAN LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO BAJOS. ¡ESTOY VIGILANDO!”, escribió minutos después de la apertura de Wall Street.
El mensaje llegó en un contexto marcado por la inestabilidad geopolítica. Irán prometió vengarse tras los ataques aéreos de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares en su territorio. A su vez, el Parlamento iraní aprobó una moción para cerrar el estratégico estrecho de Ormuz, paso clave para el comercio global de petróleo.
Trump advirtió que un aumento de precios “sería hacerle el juego al enemigo” y completó su mensaje con una orden directa al Departamento de Energía: “¡PERFORA, BABY, PERFORA!!! ¡AHORA!!!”.
El mensaje de Trump, las señales del mercado y la importancia de Ormuz
En paralelo, las bolsas europeas y estadounidenses abrieron con caídas leves. El petróleo Brent y el West Texas Intermediate subieron más de un 4 % en la apertura del lunes, alcanzando su precio más alto desde enero. Sin embargo, el barril redujo su precio en las horas siguientes, influido por la fluidez del tráfico en Ormuz y por las actualizaciones minuto a minuto sobre el conflicto.
El estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el mar Arábigo. Con apenas 34 kilómetros de ancho en su punto más angosto, permite el tránsito de cerca de 15 millones de barriles diarios de crudo y condensado. Además, por allí pasan 8 millones de barriles de productos petroleros, lo que representa el 20 % del comercio mundial de petróleo.

Aunque Irán no lidera el volumen de exportaciones en la zona, su ubicación le otorga un control estratégico. Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait, Qatar y Baréin dependen de este paso para exportar su producción energética. Por eso, el cierre del estrecho podría generar un impacto inmediato y global.
La mirada de los especialistas sobre la situación
Marko Papic, estratega de BCA Research, anticipó que “el cierre del Estrecho podría provocar un aumento inmediato del 30 al 50 % en los precios del petróleo”. Además, señaló que el crudo “podría superar los 100 dólares por barril, aunque no está claro cuánto tiempo se mantendría ese nivel”.
Brian Krassenstein advirtió que, si Irán ejecuta el cierre, la gasolina en Estados Unidos podría llegar a costar entre 5 y 7 dólares por galón. “Dependerá de la duración del bloqueo”, agregó. Por su parte, Greg Kennedy consideró que el cierre “no es un acto limitado al Golfo, tiene repercusiones estratégicas globales”.
Este escenario también puede generar una ola de compras anticipadas y acaparamiento de reservas, lo que tensionaría aún más el mercado. Papic advirtió que un shock petrolero podría modificar el comportamiento de las inversiones, afectar el gasto de capital y debilitar la confianza económica. En consecuencia, se verían afectados el mercado laboral y bursátil en Estados Unidos.
Palabras cruzadas desde la Casa Blanca
En medio de esta situación, el vicepresidente estadounidense JD Vance aseguró que cerrar el estrecho sería “un suicidio” económico para Irán. “Toda su economía pasa por el Estrecho de Ormuz. ¿Por qué harían eso? No creo que tenga ningún sentido”, declaró. El secretario de Estado Marco Rubio se sumó a ese llamado y animó a China a interceder ante Teherán. “Dependen en gran medida del Estrecho de Ormuz para su petróleo”, señaló.
En tanto, el ejército israelí anunció ataques sobre objetivos vinculados al régimen iraní en el corazón de Teherán. Afirmó que no busca un cambio de régimen, aunque Trump dejó entrever esa posibilidad en otra publicación en Truth Social: “Si el actual régimen iraní no puede HACER IRÁN GRANDE OTRA VEZ, ¿por qué no habría un cambio de régimen???”.

La Casa Blanca intentó atenuar el impacto de esas palabras. Su portavoz, Karoline Leavitt, declaró que Trump solo planteó una pregunta. Sin embargo, las declaraciones generaron nueva ira en Teherán. Las autoridades iraníes amenazaron con represalias directas contra tropas o intereses estadounidenses.
Mientras tanto, decenas de buques intentan abandonar la zona. Spencer Hakimian advirtió que “hay cerca de 50 grandes buques tratando de abandonar la zona. La industria espera un bloqueo inminente”. En este contexto, el Ministerio de Transporte Marítimo de Grecia recomendó a sus armadores revisar el uso del estrecho.
Trump cerró la jornada con una nueva advertencia. “CUALQUIER REPRESALIA DE IRÁN CONTRA ESTADOS UNIDOS SERÁ RESPONDIDA CON UNA FUERZA MUCHO MAYOR QUE LA PRESENCIADA ESTA NOCHE”, publicó.
La tensión continúa y la incertidumbre domina el escenario internacional. Aunque el Parlamento iraní aprobó la moción, la decisión final sobre el cierre del Estrecho de Ormuz recae sobre el ayatolá Ali Khamenei. Las próximas horas serán clave para conocer el rumbo del conflicto y su impacto en los mercados globales.