El único sobreviviente de un accidente aéreo en India salió caminando entre los escombros y su video se hizo viral. El caos y la devastación dominaron la escena en Meghaninagar, India, poco después de que el vuelo AI-171 de Air India se estrellara sobre una zona urbana. Entre los restos del Boeing 787-8, un hombre herido emergió tambaleante y con la ropa ensangrentada. Caminó con dificultad hacia una ambulancia. Las cámaras lo registraron en tiempo real, desconcertado, rodeado de gritos y escombros humeantes. Su nombre es Ramesh Vishwashkumar, tiene 48 años, nació en el Reino Unido y se convirtió en el único sobreviviente confirmado del accidente.
Vishwashkumar viajaba en el asiento 11A. Compartía el vuelo con su hermano, Ajay Kumar Ramesh, de 45 años. Ambos regresaban a Londres tras pasar unos días en Diu, una ciudad costera de la India. “Cuando me levanté, había cadáveres a mi alrededor. Tenía miedo. Me levanté y corrí. Había restos del avión por todas partes”, declaró al Hindustan Times. Aún tenía su tarjeta de embarque al llegar al hospital. En el video viral, camina entre curiosos que lo rodean, algunos le ofrecen ayuda. Él no parece escuchar, aturdido y con una expresión de dolor y enojo.
Las primeras palabras del sobreviviente en el accidente aéreo de India
En medio del shock, formuló un pedido desesperado: “No encuentro a mi hermano. Viajaba conmigo y estaba en otra fila. Por favor, ayúdenme a encontrarlo.” Las autoridades aún no han confirmado si lograron localizar a Ajay Kumar Ramesh entre los fallecidos o heridos. El saldo final del siniestro todavía no está cerrado.
Vishwashkumar vive en Londres desde hace veinte años. Allí residen también su esposa y su hijo. Aunque no se publicó un parte médico oficial, las imágenes indican que permanecía consciente tras el impacto, con heridas visibles y capacidad para caminar por sus propios medios. Su caso representa una excepción dentro de un panorama desolador.

El vuelo AI-171 despegó desde el Aeropuerto Internacional Sardar Vallabhbhai Patel a las 13:38 hora local del jueves. A bordo iban 230 pasajeros y 12 miembros de la tripulación. Entre los pasajeros, 169 eran ciudadanos indios, 53 británicos, siete portugueses y uno canadiense. La aeronave cayó apenas 1,6 kilómetros después, en una zona densamente poblada. Meghaninagar, con sus calles angostas y edificaciones bajas, recibió el impacto de forma directa.
Los equipos de rescate hallaron una escena dantesca: vehículos calcinados, cuerpos cubiertos por espuma, estructuras derrumbadas y vecinos en estado de pánico. Los bomberos trabajaron durante horas para contener el fuego y liberar cuerpos atrapados. Aún no se confirmó cuántas víctimas corresponden al vuelo y cuántas eran habitantes de la zona. El siniestro también dejó al menos una veintena de heridos internados en hospitales cercanos.
En búsqueda de más información sobre las víctimas
En el hospital de Ahmedabad, familiares angustiados buscaban información. Entre ellos se encontraba Sailesh Mandliya, exasistente del ex primer ministro de Gujarat, Vijay Rupani. “Lo estamos buscando. Si averiguan algo, avísenme”, pidió al mismo diario indio.
La aerolínea emitió un comunicado oficial. Confirmó que colabora con las autoridades, que desplazó un equipo especial de asistencia a la ciudad y que ya comenzó el trabajo de acompañamiento a los familiares. El CEO de Air India, Campbell Wilson, expresó “profundo pesar” por lo ocurrido y aseguró que la prioridad sigue siendo “atender a los pasajeros, sus familias y los equipos de primera respuesta”.
Mientras los investigadores buscan las causas del siniestro, el nombre de Ramesh Vishwashkumar gana un lugar inesperado en la cobertura. No solo como único sobreviviente, sino como testigo directo de los segundos previos al impacto. Su relato permite reconstruir, aunque parcialmente, los momentos finales dentro de la aeronave. Por ahora, su presencia representa el único hilo de vida entre una tragedia que dejó más de doscientos muertos.
Su caminar errático entre los restos del avión, registrado en un video que dio la vuelta al mundo, se volvió símbolo de algo que suele faltar en este tipo de desastres: la vida que persiste. Vishwashkumar caminó herido, solo, sin certezas, pero logró salir con vida de un infierno de hierros retorcidos y fuego. Su historia abre una ventana breve, humana y dolorosa dentro del silencio que suele dejar una catástrofe aérea.