Horacelia Marasca de 16 años fue asesinada de un puntazo con un cuchillo de carnicero y después desmembrada. Martín Monzón, acusado del cruento crimen, asegura que fue víctima de violencia y humillaciones.
A casi 8 años del crimen de la adolescente Horacelia Marasca (16), su expareja, Martín Fernando Monzón (39), se sentó ayer en el banquillo de los acusados y se dio inicio al debate en el Tribunal Penal Dos de Posadas.
“Ella se encargaba de denigrarme y decirme cómo otros hombres lo hacían mejor que yo. Pedí el suero de la verdad porque es la única forma de que se me crea”, declaró Monzón (39 años) durante el primer día del debate oral. Llega a juicio imputado por el delito de homicidio calificado por el vínculo (artículo 80, inciso 1 CP) y podría ser condenado a la pena de prisión perpetua en el caso de ser hallado culpable.
El Tribunal Penal Dos está compuesto por César Antonio Yaya como presidente y acompañado por los Magistrados Gregorio Augusto Busse y Fernando Luis Verón. Este último, titular del Juzgado de Instrucción Tres, actúa por subrogación legal.
La defensa técnica del encartado está representada por el defensor oficial Miguel Ángel Varela. Ayer el defensor insistió sobre el pedido de que Monzón declare bajo el llamado suero de la verdad, cuestión que fue rechazada en varias oportunidades. También que atestigüe la licenciada Mirta Jara, quien hizo un informe para la Justicia de Familia luego de una denuncia contra la joven por violencia verbal y física hecha por el imputado y la hermana de la menor, que entonces vivía con ellos.
El 29 agosto de 2015, tras 10 días de búsqueda, el cuerpo de la joven fue hallado por la Policía en la zona oeste de Posadas. Sus restos se encontraban en cuatro bolsas de consorcio ocultas en distintos sitios de la Costanera de Villa Cabello. El acusado trasladó los restos en el changuito del bebé.
Monzón, de 34 años en ese entonces, había realizado una presentación ante la Seccional Séptima para dejar constancia que la joven, que era madre de un bebé de siete meses, había abandonado el departamento que compartían en la Chacra 150, en la zona Oeste de la capital de Misiones. Luego confesó a la Policía haberla matado y descuartizado.
Horacelia había denunciado en dos ocasiones a su pareja por violencia de género y dos días antes de desaparecer le había contado a su madre sobre una nueva golpiza propinada por Monzón.
Con información de El Territorio y Misiones Online.
