“El feminismo es la idea radical que sostiene que las mujeres somos personas”.
Ángela Davis. Filósofa, profesora de la Universidad de California y activista afrodescendiente
Hoy es el Día Internacional de la Mujer, una fecha que fue proclamada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1975. Desde entonces se visibilizan las luchas y reclamos de todas las mujeres en el planeta. Es un año complejo en Argentina, después de un cambio de gobierno nacional que plantea políticas antagónicas al predecesor y que comenzó con un Decreto de Necesidad y Urgencia que -según anunciaba- fijaba las “Bases Para La Reconstrucción de la Economía Argentina”.
La base de cualquier edificación -según la arquitectura- cumple la importante función de sostener la estructura y mantenerla en pie. Esos primeros cimientos definen y marcan el norte, por lo que cualquier error implica un enorme peligro. Qué oportunidad tuvo -y perdió- el ejecutivo nacional de incluir en esos principios una forma más justa e inclusiva de ver el mundo. Para cimentar así la línea de gestión.
El 11 de diciembre de 2023 el presidente firmó el DNU que disolvió el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades, para reducirlo a subsecretaría (que no depende de ninguna secretaría) bajo el mando del Ministerio de Capital Humano a cargo directo de la Ministra Sandra Petrovello. Esto, además de devaluar las luchas y reclamos, borra del mapa político y social a las mujeres y a las diversidades. También las silencia.
A diferencia de los ministros, los secretarios no participan de las reuniones regulares de gabinete, pierden autonomía y peso simbólico, reduce el presupuesto y las herramientas de gestión, marca los pilares y el rumbo social, cultural y político. Y -aún peor- le dice a la sociedad que eso no es importante. Todo esto dicho -y hecho- de forma autoritaria y sin intenciones de escuchar, acordar o construir.
Esta decisión tira por tierra derechos fundamentales y la conciencia crítica, en el marco de una sociedad que es estructuralmente desigual. También, eliminaron el Instituto contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y prohibieron el uso del lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en la administración pública.
Las decisiones además degradan los objetivos fundamentales de la Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria de género para todas las personas que integran los tres poderes. Como de la Ley 27.611 de Atención y Cuidado de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, conocida como Ley 1000 días. Esta última, además de proteger, fortalecer y acompañar a quienes más necesitaban, aseguraba la provisión de leche y otros alimentos para el crecimiento y desarrollo saludable durante el embarazo y, de niños y niñas hasta los tres años.
Mientras tanto en Misiones
El gobernador Hugo Passalacqua decretó asueto administrativo con el objetivo de visibilizar las luchas y los reclamos de las mujeres y diversidades. Se trata de una decisión que les da la posibilidad de participar de los eventos, campañas de concientización y movilizaciones que se darán a lo largo y ancho del territorio. Esta medida la tomó en coherencia, con las decisiones políticas que marcan una gestión inclusiva y con perspectiva de género.
En 2019, por iniciativa del entonces presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Rovira, la Provincia se adhirió a la Ley Micaela. Así se garantiza capacitar en la temática en todos los ámbitos del gobierno provincial.
Sin embargo, desde 2018, a través de la Ley de Paridad Política, que establece que las listas de candidatos deben estar integradas de manera intercalada entre ambos géneros. El Frente Renovador marcó el camino que llevó a romper -en 2023- una racha de 20 años en el Concejo Deliberante de Posadas. Allí, desde 2003 el espacio era el único con representación femenina. Por primera vez en la historia de la ciudad en las bancas del recinto se sentaron mujeres de listas opositoras. Compuesta hoy por siete varones y siete mujeres.
En la misma línea, en julio del 2023, Misiones sancionó la Ley Mujeres en Contexto de Ruralidad, que promueve políticas públicas y garantiza la igualdad y el acceso efectivo a sus derechos. Las mujeres rurales constituyen un pilar fundamental dentro de las economías regionales y apuntalan la economía familiar. Por ello, el Ministerio del Agro y la Producción brinda herramientas, asesoramiento y financiamiento que fomentan una mayor participación en programas y proyectos. Además, cuenta con un gabinete de género integrado por representantes de todas las áreas, su principal objetivo es alcanzar la equidad de género en las políticas rurales y en la cartera.
Según indicaron, más del 45% del financiamiento del sector tiene como beneficiarias a mujeres rurales y sólo en 2023, el 47% de las beneficiarias de insumos, equipamientos, materiales de la cadena frutihortícola fueron mujeres.
Gabinetes de género
Asimismo el Tribunal de Cuentas desarrolla un trabajo constante en la temática, a través de la Comisión de Género y Diversidad, mediante la resolución 61/2020. El Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) tiene en su estructura el Observatorio de Violencia Familiar. Este desarrolla un sistema de información permanente para identificar, tratar, prevenir y erradicar la violencia familiar y de género. A través de datos estadísticos reflejan la realidad y posibilita definir líneas de trabajo y políticas inclusivas. Sumado a una red de infraestructura con casas refugio que brindan contención integral a las víctimas. Las casas se encuentran en Posadas, Santa Ana, Eldorado, Apóstoles y Wanda; a sumarse Oberá y Leandro N. Alem.
Ayer, bajo el lema “Misioneras reinventándose hacia el futuro”, la Legislatura llevó adelante el lanzamiento de la nueva edición del Parlamento de la Mujer. Allí, 80 mujeres debatirán sobre diversas problemáticas, para tratarse en el recinto. El evento será el 26 y 27 de marzo y se sumarán actividades en Colonia Wanda, Campo Grande y Apóstoles.
El gobierno nacional dejó a las argentinas a la buena de Dios. Le restó importancia y eliminó las únicas -y escasas- herramientas que resguardaban, contenían y acompañaban a todas las personas víctimas de violencia y discriminación. Extirpó sin anestesia (y con alegría) el presupuesto que se destina a estas áreas. Negó la brecha salarial y de género. Puso en duda la continuidad de derechos fundamentales ganados.
Sin ir más lejos, hace apenas dos días frente a los alumnos del Colegio Cardenal Copello de Villa Devoto en Buenos Aires, donde estudió, el presidente leyó y expresó una furibunda diatriba que, entre exabruptos frente a menores de edad, mencionó a los movimientos feministas tratándolos de “asesinos y homicidas” (sí, en masculino). El rumbo es claro, evidente y preocupante.
Tenemos una -triste- ventaja: estamos acostumbradas.
