La ANSES confirmó este mes los nuevos valores que percibirán jubilados, pensionados y beneficiarios de programas sociales a partir de julio. Los aumentos se aplicarán según el índice de movilidad que utiliza el Índice de Precios al Consumidor (IPC) como referencia. Además, continuará vigente el bono extraordinario de $70.000 otorgado mensualmente, aunque sin ajuste por inflación.
Para los jubilados con 30 años de aportes sin moratorias, el ingreso total bruto se ubicará en $379.298,16. Tras las deducciones, como el aporte obligatorio al PAMI, el haber neto estimado quedará en $370.158. Este grupo mantiene un diferencial respecto al resto, en reconocimiento a su historial contributivo completo.
Cómo quedan los nuevos montos, según ANSES
La jubilación mínima sin bono aumentará un 1,5% respecto a junio, pasando de $304.723,93 a $309.298,16. En tanto, el haber máximo pasará de $2.050.503,62 a $2.081.283,91, según lo informó la entidad previsional. La suba se calculó en base a la variación del IPC de abril.
Para quienes registran más de 30 años de aportes, el sistema contempla un adicional. Por cada año adicional, se suma un 1% del haber mínimo, con un límite del 15% para quienes alcanzaron 45 años de aportes.
El bono de $70.000 se mantiene como un refuerzo importante, sobre todo para quienes cobran el haber mínimo. Sin embargo, su valor real pierde fuerza mes a mes, ya que no se actualiza en función de la inflación. Esta situación afecta particularmente a los sectores más vulnerables, que dependen en mayor medida de este suplemento económico.
En paralelo, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) también recibirá un ajuste del 1,5%. Con este aumento, el monto bruto ascenderá a $247.438,53 y el total percibido, incluyendo el bono, llegará a $317.438,53.
Las asignaciones sociales también reflejan el ajuste. La Asignación Universal por Hijo (AUH) alcanzará los $111.141,68 por menor. En el caso de hijos con discapacidad, el monto será de $361.897,12.
Los montos correspondientes a los aportes previsionales también se modifican. La remuneración mínima sujeta a descuento se establecerá en $104.170,43, mientras que el tope máximo alcanzará los $3.385.489,09. Esto significa que los aportes obligatorios podrían escalar hasta los $567.027,89 mensuales, sumando el 3% correspondiente al PAMI.
En cuanto a los trabajadores autónomos, la base mínima de aportes será de $30.209,42. Aquellos que deseen regularizar cinco años de aportes deberán abonar un total de $1.812.565,20, según la nueva escala vigente.
Según los cálculos oficiales, quienes no reciben el bono habrán acumulado un incremento del 19,14% en lo que va de 2025. Este porcentaje se encuentra en línea con la inflación acumulada para el mismo período. No obstante, los jubilados que perciben el haber mínimo con bono habrán sufrido una pérdida de poder adquisitivo, con una caída estimada del 2% al 3% en términos reales y una pérdida acumulada del 13,7% durante los primeros siete meses del año.
Desde abril de este año, el cálculo de la movilidad se basa exclusivamente en el IPC mensual. Esta modificación dejó atrás la fórmula anterior, que combinaba evolución salarial y recaudación tributaria. Si bien el objetivo oficial es otorgar mayor previsibilidad, persisten los problemas estructurales que afectan al sistema previsional.
Hasta el momento, el Gobierno no anunció si el bono se mantendrá en el segundo semestre. La continuidad se define mes a mes por decreto presidencial, lo que genera incertidumbre entre los beneficiarios. El futuro del suplemento dependerá de las condiciones fiscales y del comportamiento de la inflación en los próximos meses.
