Los próximos meses serán duros, pero no ajenos de oportunidades. Los gráficos de las principales consultoras económicas del país y del exterior muestran un nuevo pico de inflación. Los futuros ministros de Javier Milei se preparan para el impacto del shock mientras los gremios muestran sus dientes y elaboran acciones de protestas conjuntas con organizaciones sociales. El índice de pobreza del primer semestre alcanzó a 40,1%, es el dato oficial del INDEC, pero en el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica dicen que la cosa es peor: 44,7% durante el tercer trimestre del año. Son más de 20,8 millones de pobres, de ese total 4,4 millones de indigentes.
Frente a semejante escenario, Carlos Rovira hizo un salto de posición y dejará las confortables instalaciones de la presidencia de la Cámara de Representantes de Misiones. No deja el país, todo lo contrario. Su objetivo es dedicarle más tiempo a la construcción política del misionerismo, un modelo al que considera digno de exportación.
Para ocupar la conducción de la legislatura propuso a Oscar Herrera Ahuad, saliente gobernador y electo diputado provincial. En el mismo movimiento adelantó que los senadores y diputados de su partido votarán a las autoridades del Congreso de la Nación que sean propuestos por Milei. Este último punto es de forma, una cuestión de uso y costumbre dentro del concepto de “gobernabilidad”.
En su entorno hablan de “los nuevos tiempos” y sostienen su fe en el manejo del timing político que demostró tener Rovira. Algunos creen que su idea “es correrse de la exhibición, despacio y manejando los tiempos como él quiere”. Otros directamente creen que “prepara el retiro”. No me lo imagino viendo pasar un evidente cambio de era tan interesante desde su sillón, es un explorador nato. Al ingeniero, los cambios sociales y políticos siempre lo tuvieron en primera línea.
El sorpresivo “gran gesto” llega en medio de un clima de incertidumbre, a metros de un polvorín similar al que estalló en diciembre de 2001. Ese año Rovira estaba atravesando el primer año de mandato frente al gobierno, el resultado del manejo de la crisis está a la vista. Nadie puede decir que no haya sacado la provincia adelante. La primera acción estratégica formal que tomó para atravesar el temporal fue cambiar de posición, así lo hizo en 2003 cuando fundó el Frente Renovador.
Veinte años después, vuelve a realizar una maniobra de cambio y toma de posición. Durante todo ese tiempo hubo otros movimientos, pero ninguno que se compare en materia de cuadro de situación coyuntural. Hay una provincia preparada para la crisis. Hugo Passalacqua en el Ejecutivo brinda certidumbre, es un piloto probado frente a la adversidad política, su bautismo de fuego lo tuvo en plena tormenta macrista. En el Legislativo también queda alguien con experiencia en catástrofes: Herrera Ahuad fue aplaudido por su gestión durante la pandemia de Covid y mantuvo las cuentas al día en medio del desastre económico del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Tal vez, la clave del movimiento de Rovira se encuentre en las palabras resaltadas con ‘negritas’ y mayúsculas del segundo párrafo del breve anuncio distribuido en sus redes sociales: “Mi dedicación plena a la conducción de la RENOVACIÓN NEO E INNOVACIÓN FEDERAL redundará en ideas, pensamientos y acciones disruptivas y creativas en beneficio de todos los misioneros, imprescindibles en estos tiempos… Agradezco al bloque renovador y el apoyo incondicional, desde ahí seguiremos dando gobernabilidad y leyes de vanguardia al gobierno de los misioneros”.
No habló del Frente Renovador, ni hizo falta el asunto de la Concordia Social, una evidente evolución. La Renovación Neo como futuro de un modelo de provincia que inauguró él. Innovación Federal como un nuevo armado a nivel nacional, un centro de pensamiento, con tentáculos en todo el país. El resto de sus palabras, remiten a la idea de movimiento: ideas, pensamientos, acciones.
Rovira no dio un paso al costado, no dejará la política, de explorar, de crear. Es un cambio de posición, un nuevo estadio para un nuevo desafío. Avanza cediendo espacios de toma de decisiones, habla hacia su partido con hechos y gestualidades tan técnicas como claras. Ahora tendrá más tiempo para ‘la escuelita de los jueves’, tal vez las cátedras se extiendan y sume nuevos alumnos. El laboratorio Neo se encuentra en pleno desarrollo y tiene un guía.
