Las infecciones por la epidemia pasaron de 38 a 72 afectados cada 100.000 habitantes, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. La propagación del virus, favorecida por diversas condiciones climáticas y la falta de conciencia, resalta la necesidad de establecer protocolos sanitarios, como el descacharrado y la vacunación.
Enero marcó un notable aumento en casos de dengue en Argentina, de acuerdo a los más recientes datos del Ministerio de Salud de la Nación. La incidencia acumulada de la enfermedad experimentó un incremento del 89% entre la primera y la última semana del mes pasado.
Los casos por cada 100 mil habitantes pasaron de 38 a 72, lo que señala una aceleración. Los casos se registran en provincias como Salta, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires, Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones. Algunas ya iniciaron la vacunación con las dosis de Qdenga (del laboratorio Takeda), pero no con aportes nacionales.
Desde la Fundación IO revelaron que el 94,4% de los contagios se concentraron hasta el 29 de enero en la región NEA: Chaco contabilizó 9.484; Formosa, 7.650; Corrientes, 2.202; y Misiones, 1.966.
Un ejemplo es Misiones, que empezó la campaña de vacunación a mediados de enero. Esto no ocurre en Formosa y Chaco, las dos provincias con peores cifras. Por este motivo, legisladores presentaron proyectos para incluir la vacuna contra el dengue en el calendario obligatorio.
Actualmente, se reporta circulación autóctona en 12 de las 24 provincias, lo que abarca regiones del Centro, Noreste y Noroeste. Incluso en zonas urbanas como la Ciudad de Buenos Aires y la provincia homónima, se registraron casos autóctonos.
El descacharrado, fundamental para evitar el dengue
La proliferación del virus se ve favorecida por la expansión de las poblaciones de mosquitos y las condiciones climáticas, que incluyen aumento de temperaturas por el cambio climático y el fenómeno de El Niño. A esto se suma la falta de conciencia y acción en la prevención de la enfermedad, como la eliminación de criaderos.
María Soledad López, investigadora del Conicet en el Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral, aseguró que “las condiciones climáticas y meteorológicas están brindando el escenario para que los casos continúen en aumento”.
En Misiones se implementan, desde hace ya varios años, diversas estrategias de control del aedes aegypti. Van desde el trabajo de campo con agentes sanitarios que recorren casa por casa para verificar que los vecinos tomen los recaudos necesarios con la limpieza, hasta la aplicación de la vacuna y una red provincial de vigilancia con ovitrampas.
El control del vector, la detección temprana de los casos y la participación ciudadana son imprescindibles. Limpiar los reservorios de agua es fundamental para prevenir la enfermedad y controlar la propagación. Se recomienda desechar recipientes en desuso que acumulen agua, usar repelentes y mosquiteros y consultar al médico ante síntomas.
