El 14 de junio, el mundo entero se une para celebrar el Día Mundial del Donante de Sangre, una fecha que rinde homenaje a quienes, de forma voluntaria y no remunerada, donan sangre para salvar vidas. Establecido en 2005 por la Asamblea Mundial de la Salud, el día conmemora el nacimiento del inmunólogo austríaco Karl Landsteiner, descubridor del sistema de grupos sanguíneos ABO y del factor Rh, hallazgos que revolucionaron la medicina moderna.
Este año, el lema elegido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es “Dona sangre, dona esperanza: juntos, salvamos vidas”, una invitación a reconocer que la solidaridad también circula en nuestras venas. El objetivo de la campaña es múltiple: agradecer a quienes donan, fomentar la conciencia social sobre la necesidad permanente de donación y motivar a que más personas, especialmente jóvenes adultos sanos, se sumen a este acto de generosidad.
En Misiones, Orlando es uno de los tantos donantes habituales que entiende el valor de donar sangre. Su historia comenzó hace años, cuando su esposa necesitó una transfusión tras el nacimiento de uno de sus hijos. Fue entonces cuando le realizaron un análisis y descubrieron que tenía sangre del grupo 0 negativo, el tipo considerado “donante universal”. A partir de ahí, quedó registrado en el banco de sangre.
“Yo le puedo dar mi sangre a todos los otros grupos, pero yo solo puedo recibir de mi grupo. Entonces, cada vez que me llamaban, decía que sí. Para mí es una forma de ser solidario. Te hace sentir bien poder ayudar a otras personas. Me acuerdo que una vez me llamaron para donar y era para un neonato, o sea, para un bebé que estaba en la panza de la mamá. Eso me puso muy contento. Desde entonces, siempre que necesitan y estoy en condiciones, les digo que sí. Nunca dije que no. Me hace bien ayudar”, contó Orlando.
La donación salva millones de vidas cada año
Según la OMS, las transfusiones sanguíneas son imprescindibles en numerosos contextos médicos. Para mujeres con hemorragias durante el parto, personas heridas en accidentes o catástrofes, pacientes que requieren cirugías complejas. Personas con anemia severa por, o para quienes atraviesan tratamientos oncológicos o enfermedades como la hemofilia, la talasemia o inmunodeficiencias.
Sin embargo, la disponibilidad de sangre segura no es uniforme en el mundo. El 42% de las donaciones se recolecta en países de altos ingresos, donde solo vive el 16% de la población mundial. En contraste, muchas regiones de ingresos bajos y medios enfrentan dificultades para garantizar reservas suficientes, tanto por falta de donantes como por limitaciones técnicas para analizar y conservar el material.
Por eso, el Día Mundial del Donante de Sangre no solo busca agradecer, sino también alentar a que más personas se sumen. Los objetivos de la campaña 2025 son:
- Sensibilizar sobre la importancia de donar sangre y plasma de forma habitual.
- Reconocer y fidelizar a los donantes regulares.
- Promover la solidaridad como valor sanitario y comunitario.
- Impulsar políticas públicas que fortalezcan los sistemas de donación y transfusión segura.
Durante la semana del 14 de junio, en todo el mundo se organizan ceremonias, campañas en redes sociales, colectas móviles, homenajes a donantes y difusión de historias de vida que muestran cómo un pequeño gesto puede tener un impacto inmenso.
Desmontando mitos sobre la donación
A pesar de su importancia, muchas personas no donan sangre por miedo o desinformación. A continuación, se desmontan algunos mitos comunes:
- VERDAD: La sangre humana es insustituible. No existe sangre artificial.
- MITO: “Solo se puede donar una vez al año”. En realidad, los hombres pueden donar cada 60 días -máximo 4 veces al año- y las mujeres cada 90 días -máximo 3 veces-.
- VERDAD: Las embarazadas y mujeres en lactancia reciente no deben donar.
- MITO: Donar debilita. Falso. Se extrae solo el 10% del volumen total, que el cuerpo repone rápidamente.
- VERDAD: Algunas condiciones impiden donar, como enfermedades transmisibles por sangre (VIH, hepatitis B o C, Chagas).
- MITO: Haber tenido COVID, dengue o fiebre amarilla impide donar para siempre. En realidad, se puede donar luego de una recuperación completa.
- VERDAD: La sangre tipo 0 negativo es donante universal. Puede transfundirse en emergencias a cualquier paciente.
Donar es un compromiso con la vida
Donar sangre es un acto anónimo, desinteresado y profundamente humano. Una sola donación puede salvar hasta tres vidas. Pero también genera bienestar en quien lo hace: crea conciencia, fortalece vínculos comunitarios y nos conecta con nuestra capacidad de cuidar al otro.
Orlando lo resume en pocas palabras: “Me pone bien ayudar”. Y en esa frase, sencilla pero poderosa, se condensa el espíritu de esta jornada mundial. Donar sangre es donar esperanza, y ese es un gesto que todos podemos hacer.