Lidia López es oriunda de Puerto Esperanza. Hace cinco años le detectaron el tumor maligno. Dos meses después fue operada con herramientas de primer nivel. “Es un lujo tener esta tecnología en un hospital público”.
Hace uno días, fue noticia a nivel mundial el trasplante pulmonar que realizó un robot en un hospital de Barcelona. En Misiones, el robot Da Vinci realiza cirugías mínimamente invasivas desde el 2010. Lidia López, oriunda de Puerto Esperanza, es una de las personas que pasó por la intervención quirúrgica de este sistema. En diálogo con este sitio web contó su experiencia a cinco años de la operación.
“Mi cirugía fue en septiembre de 2017”, dijo López a canal12misiones.com quien, en ese momento, tenía 35 años. En julio de ese año le detectaron cáncer de útero. “Soy del interior. Tuve la bendición de conseguir el turno en el Madariaga y caer en excelentes manos que me salvaron la vida“, manifestó.
Pese a ser una tecnología con años en el mercado, tan solo las grandes firmas de los hospitales privados pueden tenerla, por su elevado costo. En Argentina, Misiones es la única provincia que cuenta con la adquisición de un Da Vinci para la utilización pública que opera en el Hospital Madariaga.
Una cirugía sin secuelas
Sobre sus expectativas, López explicó que “en principio siempre uno parte de una cirugía convencional. Ni siquiera en mis sueños existía la posibilidad de que me hagan una cirugía con esa tecnología, con el robot Da Vinci”. Primero, pasó por una serie de etapas de control, hasta que le dieron la opción para esa cirugía.
Tras la intervención, detalló que los resultados fueron óptimos. “Con esta cirugía, prácticamente no tengo cicatrices. Antes estaba temerosa, pero los resultados fueron excelentes. La recuperación fue inmediata y no sentí dolor absoluto en ningún momento”, contó. Pasaron casi cinco años de esa intervención y hasta el momento, según aseguró, todo va muy bien. Recordó que a las 24 horas de internación recibió el alta.
Respecto a la atención médica y el equipamiento, López sostuvo que “no tenemos nada que envidiar a otros lugares. Creo que estamos por arriba de muchas provincias en tema de salud”. Consideró que “es un lujo tener esta tecnología en un hospital público”. También destacó la contención recibida por parte del personal y el grado de limpieza del espacio.
El Da Vinci, gratuito para los misioneros
La tecnología aplicada a la ciencia de la salud fue noticia, recientemente, a nivel mundial. El hecho se conoció después que el hospital Vall d’Hebron de Barcelona realizara con éxito un trasplante de pulmón, mediante una técnica considerada compleja para la mano de cualquier cirujano experto.
Los médicos utilizaron la máquina Da Vinci para cortar una pequeña sección de piel, grasa y músculo de un paciente. La intervención tenía por objetivo extraer el pulmón dañado e insertar uno nuevo a través de una incisión de ocho centímetros en la parte inferior del esternón, justo encima del diafragma.
En ese contexto, el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Rovira, dijo: “Hoy es noticia mundial un trasplante pulmonar en un hospital de Barcelona con un robot Da Vinci, que es el mismo equipo de cirugía robotizada que tenemos instalado en el hospital Madariaga, en el Parque de la Salud en Posadas“. Este mensaje lo publicó en sus redes sociales. Además, expresó su orgullo por la “mejor salud pública del país de libre acceso para los misioneros”.
Qué es el Da Vinci
El autómata, llamado como el célebre pintor florentino Leonardo Da Vinci, es una serie de brazos mecánicos capaces de hacer cirugías complejas con la ayuda de doctores, que es utilizado desde 2010 en Misiones. Esta herramienta de alta complejidad fue obtenido a través de un convenio directo con Estados Unidos y hasta ahora realizó más de 1.200 cirugías exitosas en la provincia.
Este método supone un gran avance comparado a la cirugía abierta, ya que las cicatrices son menores, como también el dolor de la recuperación y el tiempo que esta tarda en sanar. Da Vinci utiliza instrumentos que prestan una gran agilidad y gracias a ello los doctores pueden llegar a espacios más pequeños o de difícil acceso.
Para utilizar esta tecnología se necesita un entrenamiento especial. Esto se debe a que el cirujano no tiene que sujetar ni mover él mismo los tubos. Su tarea consiste en manejar el aparato desde una consola, donde ve el interior del paciente en 3D, cuando la laparoscopia sin Da Vinci solo permite una visión bidimensional. En Misiones, los profesionales cuentan con los conocimientos para operarlos.
