Después de tres décadas al volante, Rubén Gómez, uno de los choferes de colectivo más conocidos de Posadas, cerró este martes su último recorrido. La despedida fue emotiva y cargada de gratitud, tanto de su parte como de sus seres queridos y pasajeros que lo acompañaron a lo largo de su trayectoria.
“En mi último día de trabajo me siento extremadamente feliz porque llegué bien gracias a todos”, expresó Gómez frente a las cámaras de Canal Doce. “Gracias a la empresa, a mi familia y a mis hijos que organizaron esta despedida. Fueron treinta años casi en la misma empresa y línea. Mucha historia y muchas anécdotas. Siempre buenas”.
El ahora exchofer destacó lo que considera el mayor logro de su carrera: “La gente me dio una linda alegría, quienes se acuerdan bien de mí: eso es lo mejor que puede haber en el mundo, que la gente te aprecie”.
Manejó durante años en líneas de transporte urbano de Posadas. Su rutina diaria fue parte del día a día de miles de pasajeros. Algunos de ellos, incluso, protagonizaron momentos que trascendieron el simple traslado. Según relató a este medio su mujer, Carina Peruzatto, “había chicos que se perdían y él los volvía a reencontrar con los padres, mujeres embarazadas, gente que se casó ahí arriba y accidentes donde me decía ‘me salvé por poquito’”.
También subrayó el cariño que se ganó entre sus pasajeros: “Damos gracias a Dios porque durante todo este tiempo fue muy bendecido y la gente que transportaba lo quería mucho. Estoy muy contenta de vivir este último momento con él como chofer”.
Una de las más afectadas por esta despedida fue su nieta Kiara, estudiante de 15 años. Ella compartió el vínculo especial que tenían con su abuelo a través del colectivo. “Estamos viviendo este día con un poco de dolor porque ya no podremos subir más al colectivo con él. Siempre tomábamos el colectivo para ir y volver del colegio. Lo vamos a extrañar mucho. Siempre, de chiquita, iba con él en el colectivo para ir al colegio y hasta para ir a la casa de mi mamá”.
Gómez se retira del volante con una trayectoria llena de responsabilidad, la cercanía con la comunidad y una historia de trabajo constante. Su despedida cierra una etapa personal y en la memoria colectiva de quienes compartieron con él algún tramo del camino en la ciudad.
