Vecinos de la zona aseguran haber presenciado hechos paranormales. Luego de años de estar deshabitada, la casona permanece como un enigma en la ciudad.
Con sótanos, recovecos y secretos sin resolver, la casa del clan Kordts se convirtió en uno de los sitios más icónicos de Leandro N. Alem. Pertenecía a una de las familias tradicionales del siglo XX. El lugar es considerado un espacio intrigante para los pobladores que, hasta hoy en día, recorren las ruinas en busca de respuestas y experiencias paranormales.
Ruidos y apariciones extrañas experimentó un inquilino. Una noche de mucho viento, Alberto Florentín se levantó de la cama para dirigirse al altillo donde estaba abierta la ventana. “Fui a cerrarla y veo en la casa de enfrente, donde no habitaba nadie, una ventana. En ella, una luz blanca y una cortina que flameaba. Detrás de las cortinas veo el rostro de una persona de pelo negro con una túnica blanca que me miraba y después cerró la ventana“, recordó con cierto temor ese momento.
La última palabra -programa que se emite los viernes a las 21 por Canal 12-, estuvo en el lugar, donde -según el testigo- presenció fenómenos sobrenaturales. “Esta casa, en su momento, era del señor Germán Kordts. Yo llegué en 1991 a través de una invitación suya, luego de comentarle que me era imposible pagar un alquiler. Entonces me cedió su altillo“, dijo Florentín.
Alberto vivió un tiempo en la residencia de los Kordts. Según relató, los sucesos que presenció en el sitio lo llevaron a marcharse. “Al tiempo, con mucho respeto le dije que me iba porque era imposible dormir de noche. Había mucho ruido. Hubo un hecho particular que me marcó“, narró el hombre.
“No te hagas problema, son mis antepasados”
Al día siguiente, de observar la figura de una persona en la casa deshabitada, el inquilino le transmitió a Kordts lo sucedido. Florentín, quien recuerda ese día como si fuera hoy, aseguró que su respuesta le generó más miedo del que ya tenía. “Le conté y me dijo: No te hagas problema, son mis antepasados”.
Si bien pasaron años, la casa de los Kordts permanece como un misterio entre los habitantes de la ciudad. Apariciones y ruidos resuenan con fuerza cada vez que alguien visita el sitio por las noches ¿Fantasmas, espíritus o sugestión? Quizá solo sean los antepasados de Germán Kordts que cuidan el lugar.
