El anfiteatro, con el río Paraná como telón de fondo, fue testigo de una auténtica celebración de identidad y tradición en aquella noche de la década de los 90′ s.
En otro de los archivos mediáticos de Canal 12, la Estudiantina de 1995 fue otro de los grandes momentos que se celebraron en Posadas. Aquel año, el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez fue el epicentro de una de las celebraciones estudiantiles más emblemáticas de la ciudad.
Miles de jóvenes, provenientes de distintas escuelas secundarias, desfilaron ante un público entusiasta, mientras el eco de tambores y canciones llenaba la noche.
“Es una noche especial. Los chicos tocan la batería…”, es una de las frases que se escucha entonar a algunos jóvenes durante la presentación de uno de los colegios.
El fervor y la alegría que caracterizan a la Estudiantina se hicieron presentes a lo largo de la noche, donde los estudiantes, con trajes diseñados por ellos mismos, mostraron su creatividad y dedicación.
Así se vivió la Estudiantina de 1995 en el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez.
El anfiteatro, con el río Paraná como telón de fondo, fue testigo de una auténtica celebración de identidad y tradición. La Estudiantina de 1995 se consolidó como un espectáculo de música y color, además de ser un punto de encuentro entre generaciones, donde el legado cultural de décadas anteriores se fusionó con las expresiones artísticas de los jóvenes de los 90.
Aquella noche en el Anfiteatro Manuel Antonio Ramírez, la juventud dejó claro que la Estudiantina es mucho más que una fiesta: es un símbolo del patrimonio cultural de Posadas, que sigue vivo y evoluciona con el paso del tiempo.