Confecciona los calzados del Ballet del Parque del Conocimiento. En Argentina solo tres teatros cuentan con un taller propio de zapatería, dos en Buenos Aires y uno en Misiones. La tarea docente, el nuevo desafío de este joven artista.
Por Adriana Vargas
Cuando era adolescente, Rafael Roberto Román practicaba artes marciales. Un día, invitado por un amigo, decidió incursionar en la danza. Se inclinó por el estilo contemporáneo, sin embargo, le indicaron que para ello primero debía conocer la danza clásica.
“En esa época estaban de moda las bandas musicales de reality, como Mambrú, Bandana o Katraska. Por eso mi amigo me había insistido tanto para iniciar en el baile. Él quería ser coreógrafo, pero no se animaba a empezar solo”, contó entre risas.
En 2005, cuando tenía 18 años, fue seleccionado por el Ballet de la Provincia, hoy conocido como Ballet del Parque del Conocimiento. Fueron varios años los que dedicó a la danza de carácter, que toma como base las danzas tradicionales y los bailes populares, en especial rusos y ucranianos.
Cuando interpretaba estos bailes, necesitaba usar botas que combinaran con la vestimenta típica de los países. Allí se le presentó un problema. Los calzados debían ser específicos para bailarines clásicos y, por lo tanto, tenía que conseguir a un profesional que se los confeccionara.
“Tenían que verse como botas, pero debían tener practicidad para flexionar el pie y ser ligeros. Al no conseguir quién me las haga, comencé a fabricarlas yo mismo”, relató a canal12misiones.com. De forma autodidacta, el joven investigó, improvisó y logró sus primeros calzados a medida.
Corría el año 2010 cuando Laura de Aira, en ese entonces directora del Ballet, notó el esfuerzo del bailarín. Fue tal el compromiso que decidió ayudarlo y le consiguió una capacitación de primer nivel. El zapatero teatral del Teatro Colón, hoy su maestro, José Romero, viajó a Misiones para enseñarle el oficio.
“En 2012 se hace otro curso, en este caso abierto, y se seleccionan dos personas. Así abrimos el taller de zapatería”, relató Román. Misiones se convirtió en la segunda provincia en tener una zapatería teatral. En primer lugar está Buenos Aires, que cuenta con dos talleres: el primero está en el Teatro Colón de la Capital Federal y el segundo en el Teatro Argentino de La Plata.
La importancia del calzado teatral
Aprender este arte fue para Román la puerta de entrada a muchos otros conocimientos indispensables en la tarea que desempeña. A partir de allí comenzó a estudiar sastrería y alta costura, los calzados históricos, diseño de moda, biomecánica del cuerpo, antropometría y ortopedia.
Diseña y confecciona todo tipo de calzados: urbanos, históricos, modernos y formales, todos se adaptan a los pies de los bailarines para que puedan realizar sus movimientos con comodidad y seguridad. Obras como Don Quijote, Bayadera, Giselle, Cascanueces y Lago de los Cisnes forman parte de su trabajo de producción de calzados.
“El calzado histórico tiene mucha relevancia en la danza clásica. Muchas obras están situadas en determinados períodos de tiempo y lugares específicos. Don Quijote, por ejemplo, es de la edad media española”, explicó el ahora jefe del Taller de Zapatería.
La figura de un maestro zapatero es de gran importancia en el teatro. Cada obra tiene su vestuario y también su tipo de calzado. En una compañía profesional, como la del Parque del Conocimiento, hay varias obras al año y por lo tanto requieren de muchos pares de zapatos.
Estos necesitan de mantenimiento cada dos o tres funciones, de lo contrario se estropean y ya no pueden volver a usarse. Debido a su gran resistencia, los materiales que se utilizan son lona y cuero natural, cuyos colores son coordinados con la diseñadora del vestuario. Una vez coordinados, dan inicio a la producción.
Hoy en día, cuando mira hacia atrás, confiesa que no se habría imaginado el lugar que ocupa. “Hubo momentos determinantes que me fueron llevando a experimentar distintas facetas y ellas me hicieron llegar hasta acá”, señaló.
Calzado industrial en la Nave MiDi
Uno de los motivos que llevaron a Román a la zapatería fue la falta de mano de obra calificada que le confeccionara sus calzados. Fue así que se sumó a una de las propuestas impulsadas por Misiones Diseña (MiDi), que acompaña a los distintos emprendedores de la provincia con herramientas y capacitaciones.
Esta semana el joven brindará las primeras clases del Taller de Calzado Industrial, que se dictará en la Nave MiDi del Parque Industrial y de la Innovación de Posadas (PIIP). La pieza final a realizarse será una pantufla de uso doméstico. Compartirá sus conocimientos sobre los fundamentos elementales del diseño de las matrices y la fabricación de estos calzados.
“Soy partidario de tomar toda oportunidad que se presente. Si se te aparece una ocasión para estudiar con alguien que tiene trayectoria en eso, mi consejo es que la tomes. Por más que se trate de una persona con menos o más experiencia, si vos querés aprender siempre te va a aportar algo”, reflexionó.
Esta no es la única vez que Román se encontró con la tarea docente. En su taller recibe a estudiantes de la EPET 2 de Posadas, quienes llegan para realizar sus pasantías. Se trata del primer año donde se incorporan pasantes al área de zapatería del Parque del Conocimiento.
“Van a ser las primeras dos egresadas de esta institución en la historia que van a tener una base en zapatería. Esperamos que esto se siga replicando en los próximos años”, sostuvo.
El joven de 36 años pasó a la historia del arte misionero como bailarín y el primer zapatero teatral de la provincia. No lamenta haber abandonado la danza profesional para dedicarse de lleno a su nueva tarea: los pedidos eran muchos, sí, sin embargo, el baile lo encuentra en cada momento.
