El Centro de Educación Musical de la localidad tuvo su concierto de cierre. El espacio funciona desde 2012 en esa localidad. La velada contó con una numerosa concurrencia. Diversas participaciones embellecieron de arte la noche andresiteña.
Por Fabian Bautista
Huellitas Rítmicas, del Centro de Educación Musical (Cemu) de Andresito realizó su concierto de fin de ciclo. El evento, que convocó a un nutrido público, se llevó a cabo en el salón de la Cospval durante la noche del jueves.
Las diferentes participaciones arrancaron la ovación de los espectadores que debieron soltar el mate y el termo para los reiterados aplausos de admiración.
El Cemu es un organismo dependiente del Consejo General de Educación de Misiones que fomenta la creación de coros y orquestas en toda la provincia. La sede de Andresito está a cargo de las directoras Lili Ruff (48) y su hija Yéssica Basilio (23), ambas profesoras de música.
Traspaso generacional
Lili Ruff estudió en el Colegio Polivalente de Artes en Oberá. Al finalizar la secundaria se recibió como maestra nacional de música. Un año después fue a vivir a Andresito. De eso ya pasaron más de 30 años.
Docente de escuelas, primero, asumió la dirección del Cemu poco después de su creación en el municipio, allá por 2012.
En las clases, se ocupa de los que recién se inician. En el concierto de cierre elige pararse a lo lejos, para apreciar a la joven directora (su hija) guiando al grupo: “Para mí es un orgullo verla dirigir. Por supuesto que ella es mucho mejor que yo, porque se crió dentro de la orquesta”, dijo.
Yéssi, que formó parte del primer grupo de alumnos del Cemu, tocando el violín. “Cuando empezamos había 10 violines y éramos 40 alumnos”, recordó la directora de orquesta.
Y aseguró que vio en su madre una inspiración para seguir en el mundo del arte. Por eso, cuando finalizó la secundaria ingresó a la Escuela Superior de Música de Posadas, recibiéndose de profesora en 2021.
Siguiendo las huellas
Lili contó que el nombre de “Huellitas rítmicas” se debe a que hace algunos años tenían un proyecto conjunto con la escuela especial N° 33 que se llama “Huellas de frontera”, y el objetivo era “ir dejando huellas por medio de la música en esta zona de la provincia, tan alejada de todo”, contó.
Además de las directoras, la orquesta cuenta con dos Basilio más.
Mara (18), que toca el violonchelo, pasó a segundo año del profesorado de música pero no se pierde la oportunidad de participar de la velada artística. Danna, tiene 8 años y es alumna de violín y ukulele.
El primero y el último concierto
Actualmente casi 100 alumnos forman parte del centro musical de Andresito. En la velada, en la que participó también la sede de San Antonio, se entrelazan historias muy diversas, como las de Mayra y Kyhara.
Para Mayra Torres Wolhein se trata de su primer concierto. Con solo 5 años, tocando su guitarrita, es la alumna más joven del grupo.
Para Kyhara Jael Cuellar (17), por otro lado, se trata de su última participación. La violinista es la más antigua del grupo. Había debutado por iniciativa de su madre a los 8 años, allá por 2012. Luego de una década de música –por decisión propia y porque al final le apasiona- deberá continuar sus estudios superiores, ya que finaliza también la secundaria.
