En medio del conflicto bélico de Malvinas, una figura en la retaguardia fue Mabel Rodas, enfermera que desde el Hospital Naval de Puerto Bermejo asistió a los soldados argentinos heridos. En una entrevista con Canal 12, Rodas rememoró aquellos días, compartiendo su experiencia como parte de un equipo de sanidad que enfrentó la crudeza de la guerra.
Rodas se encontraba trabajando en el hospital desde 1980 cuando, en 1982, la guerra la sorprendió. A partir del 2 de abril, comenzó a atender a los primeros heridos, entre ellos, el capitán Pedro Elgar Ruiz y el cabo Ernesto Ismael Urbina, ambos gravemente afectados.

“Nosotros, como enfermeras, estábamos entrenadas para atender heridos, pero no en un contexto de guerra. El hospital se convirtió en un verdadero escenario de conflicto“, relató.
Con el paso de los días, los heridos comenzaron a llegar en grandes cantidades. Fracturas, heridas de arma de fuego, y lesiones por pie de trinchera se sumaron a la gravedad de los casos. “Jóvenes de entre 18 y 25 años llegaban con heridas tremendas y nos gritaban ‘¡Viva la Patria!’. Aunque estuviéramos agotadas por las guardias, esas palabras nos llenaban de energía”, comentó Rodas.
Uno de sus recuerdos más vívidos: el ARA General Belgrano
Uno de los recuerdos más vívidos para la enfermera es el de los quemados del A.R.A. General Belgrano. “El olor a carne humana quemada nunca me dejó. Cada vez que siento el aroma de un fuego o un asado, ese recuerdo me transporta a aquel momento”, expresó.
Esta es una de las huellas más profundas que dejó la guerra en su memoria. A pesar de la importancia de su trabajo, las enfermeras del equipo de sanidad fueron invisibilizadas en los relatos oficiales de la guerra.

“Nos quedamos calladas durante 30 años. Nadie nos dijo que guardáramos silencio, pero el silencio fue nuestra realidad“, aseguró Rodas. Con el paso del tiempo y gracias al uso de las redes sociales y la tecnología, las enfermeras comenzaron a reencontrarse y a visibilizar su rol. “Empezamos a contar nuestra historia en escuelas, universidades y unidades militares. La gente finalmente comenzó a conocer lo que hicimos”, recordó.
La Cámara de Representantes la distinguió por su labor en la guerra de Malvinas
Aunque no fueron incluidas en la Ley de Veteranos de Guerra, que reconoce exclusivamente a quienes estuvieron en las islas o en las 200 millas, Mabel se siente satisfecha con el reconocimiento de los pacientes a los que atendió. “Lo más valioso es saber que los heridos se fueron con los honores puestos gracias a nuestro trabajo”, dijo.
En 2023, la Cámara de Representantes la distinguió por su labor en la guerra, un gesto significativo por haber cumplido con su misión.
El testimonio de Mabel Rodas revela el coraje y la entrega de un equipo de trabajo que, lejos de las primeras líneas de combate, también vivió la guerra con intensidad. Su historia es un recordatorio de que la guerra no solo se libra en el frente, sino también en los hospitales y en aquellos que, con sacrificio, brindan esperanza en los momentos más oscuros. “Nuestro trabajo no se puede poner en un papel”, concluyó Rodas, en referencia a la verdadera recompensa de su labor: el alma de los sobrevivientes.