Nélida “Tati” Brizuela es de Puerto Piray. Es laica consagrada y desde Quilmes, Buenos Aires, hace su tarea pastoral. Viajará a Lisboa para participar de la Jornada Mundial de la Juventud. La importancia de los valores, como pilares para una sociedad mejor.
Por Gilda Pernigotti
“La fe es un motor que nos mueve y hace que podamos, de alguna manera, trascender y superarnos. Nos invita a vivir valores en sociedad que tienen que ver con los valores que Jesús nos propuso”. La reflexión hace Nélida “Tati” Brizuela, una laica consagrada que viajará a Lisboa para vivir su tercera experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud.
Ella ya no es tan joven, tiene 42, pero en este mundo con tantos cambios, se podría decir que tranquilamente entra en esa categoría, que en definitiva no es más que eso: un concepto. Lo importante es la edad espiritual y que cada uno, desde su experiencia ayude a construir un mundo mejor. Eso es lo que ella se propone y dedica su vida.
La XXXVIII edición de la Jornada Mundial de la Juventud de la Iglesia católica se realizará desde el 1 al 6 de agosto del 2023. Será la primera vez que el evento se hará en este país. A pesar de su identidad claramente católica, está abierta a todos, tanto a los más cercanos a la Iglesia, como a los más distanciados.
En pocos días, Nélida “Tati” Brizuela cruzará el océano y espera, como todos los otros, vivir unos días de profunda religiosidad y encontrarse con Francisco. Pese a su delicado estado de salud, el Papa prometió ir. Así como 10 años atrás, desde Río de Janeiro los instó a “hacer lío”, hay expectativas en lo que pueda pedirles ahora.
-¿Cómo fue tu infancia?
Soy de Puerto Piray, Misiones. Tengo 42 años. Soy profesora de matemáticas y actualmente estoy viviendo en Quilmes, Buenos Aires. Vivo allá por mi vocación. Estoy hace 17 años allá. Soy laica consagrada de una comunidad que se llama Convivencia con Dios. El fundador fue un jesuita, Alberto Ibáñez. En mi comunidad participan laicos, religiosos, sacerdotes y en ella podemos hacer votos privados, como laicos consagrados o como matrimonio.
-¿Qué es un laico consagrado?
Un laico consagrado es una persona normal pero que decide hacer un compromiso mayor en cuanto a la fe. Se hace un voto a Dios, de consagración. En mi caso soy célibe. No me casé. Pero hay laicos que son casados y hacen sus votos como matrimonio. Va haciendo ese compromiso a Dios. Es una virtud de unirse más a Dios a través de esos votos.
-¿Cómo surge la idea de participar en la Jornada Mundial de La Juventud (JMJ)?
Bueno, esta es la tercer jornada en la que voy a participar. Estuve en Madrid 2011 con mí comunidad y en Río de Janeiro 2013 con la diocesis de Quilmes y ahora en Lisboa, Portugal voy a acompañar a la Delegación Nacional de la Pastoral. Vamos a ayudar a los peregrinos argentinos.
-¿Cómo es esa ayuda?
En Portugal vamos a estar atendiendo las Catequesis que se llevan adelante en el habla español. Van a estar algunos obispos argentinos y van a haber grupos de animación. Organizamos toda la parte de la liturgia de la misa de los argentinos. Alrededor de 800 peregrinos y 50 voluntarios viajan desde Argentina. Vamos a acompañar y estar en la embajada atendiendo para quienes necesiten algún servicio o ayuda.
-¿Por qué es importante la Jornada Mundial de la Juventud?
Esta jornada es una manifestación de los jóvenes católicos que quieren expresar su fe en Jesús. Nos juntamos todos los jóvenes del mundo y hacemos este encuentro donde compartimos y tenemos una experiencia fuerte de fe y comunión. Lo central de esto tiene que ver con las catequesis en donde los obispos nos van dando temas que tienen que ver con la actualidad que nos importan a los jóvenes. También esta toda la parte cultural, de la música, hay grupos de jóvenes que graban discos. Es una expresión de fe. También esta centrado en que el Papa nos acompaña, que va. Es un encuentro con el Papa. Históricamente esto surge como manifestación de los jóvenes que fueron al Vaticano a encontrarse con el Papa y ahí surge la necesidad de encontrar. El Papa abre este espacio para los jóvenes. El Papa se comprometió a ir, para los jóvenes es un encuentro con él también.
-¿Por qué es importante que la juventud tenga fe y viva la fe religiosa?
Porque el joven tiene que encontrar esa experiencia espiritual. Nosotros somos también espirituales. La fe es un motor que nos mueve y hace que podamos, de alguna manera, trascender y superarnos. Nos invita a vivir valores en sociedad que tienen que ver con los valores que Jesús nos propuso. El amor, la justicia, el bien común, la hermandad. Todo lo que nos invita Jesús a vivir. Son valores que la sociedad lo necesita. Como decía el Papa, el joven es el presente, el ahora de Dios. No el futuro, es el ahora.
