Misiones acaba de sancionar la Ley de Bioinsumos y se convierte en la primera provincia del país que estudia, produce, regula y aplica biofertilizantes, bioinsecticidas y fungicidas orgánicos. Con visión de calidad de vida y de futuro. Rumbo a las chacras start up.
Misiones tiene a miles de productores que viven a pocos metros de sus plantaciones. Mientras que la agricultura sustentable gana cada día más terreno en la provincia, que promueve una forma de producción más amigable con el medio ambiente y la salud de los consumidores.
En ese sentido, Misiones acaba de sancionar la Ley de Bioinsumos y se convierte en la primera provincia del país que estudia, produce y aplica biofertilizantes, bioinsecticidas, fungicidas orgánicos en la agricultura como proactiva y con visión de calidad de vida y de futuro.
Apuesta por los bioinsumos
Junto con la Revolución verde que comenzó en los años 40 (gran aumento de la producción agrícola mundial) hubo un fenómeno de disminución de la biodiversidad, la aparición de plagas resistentes, desequilibrios en los agroecosistemas y efectos perjudiciales en el ambiente.
En Argentina, el cambio se inició en 1957, con la aplicación de biofertilizantes de origen microbiano destinados a la fijación de nitrógeno. En 2013, se formó el Comité Asesor en Bioinsumos de Uso Agropecuario (Cabua) que asesora sobre los aspectos técnicos de calidad, eficacia y bioseguridad que deben reunir este tipo productos agropecuarios para su liberación al agroecosistema. Misiones tiene la fábrica de bioinsumos con producción instalada y la voluntad es comenzar una cuenta regresiva controlada.
Y así llega a Misiones la reciente norma sancionada. En la ley, Carlos Rovira, uno de sus autores, enumeró los alcances de los bioinsumos “como herramientas tecnológicas eficientes para incrementar la productividad del sector agrícola y agropecuario de manera sustentable”.
También aseguró que estas herramientas “garantizan la producción agroecológica, la generación de valor agregado, la distribución a través del comercio justo y la economía social”.
Las condiciones para introducir un cambio progresivo ya están dadas. Misiones tiene la fábrica de bioinsumos con producción instalada y la voluntad es comenzar una cuenta regresiva controlada, guiada científicamente por el Estado, acompañando la transformación de las chacras, apuntando a que la Provincia se convierta en un commodity de producción orgánica y ambiental.
Distintos organismos e instituciones privadas y públicas como Biofábrica, Ifai, Inym, Inta también llevan adelante importantes acciones que tienen que ver con el estudio y desarrollo.
Las encuestas demostraron que las nuevas generaciones de productores están 100% de acuerdo con una agricultura sin pesticidas.
El atractivo no solo será la producción de alimentos y tabaco sin químicos sino también el turismo de elite, que ya está buscando en el mundo zonas libres de pesticidas para conocer y disfrutar. Entonces es también una ventaja adicional, que se complementa con su historia de cuidado ambiental y los ubica a la vanguardia en la búsqueda de una meta soberana.
Las encuestas demuestran que las nuevas generaciones de productores, que crecen con otra conciencia ambiental, están 100% de acuerdo con una agricultura sin pesticidas.
Además, hay una clara posibilidad de mejorar la rentabilidad debido a que en todo el mundo los productos orgánicos se pagan más del doble de su precio. Los alimentos valen hasta tres veces más en Europa, Estados Unidos, los vinos orgánicos hasta cinco veces más y son un boom en el consumo. Estas acciones mejorarán la calidad de vida en las chacras start up a través de los cultivos agrosustentables.
Hay varios antecedentes en la tierra roja y de hecho se están logrando buenos resultados en el cultivo de hortalizas de hoja y de fruto, también hay resultados en yerba mate y ensayos con tabaco para bajar la utilización de fertilizantes con síntesis química y reemplazarlos por los orgánicos.
La intención es llevar a Misiones hacia una meca de la producción orgánica en Sudamérica, mediante una actitud inteligente, científicamente responsable, económicamente rentable y sustentable desde lo ambiental.
El uso de bioinsumos —que ya se produce— se aplicará de manera paulatina y progresiva. Estas acciones mejorarán la calidad de vida en las chacras start up a través de los cultivos agrosustentables.
