A partir de los 3 meses, los bebés ya pueden iniciar las clases de natación. Favorece su desarrollo psicomotor y oseoarticular. En Posadas brindan la posobilidad de practicar esta actividad.
Afirman que la natación para bebés es el único deporte que se puede practicar antes de dar los primeros pasos. Con solo 3 meses, ya están listos para sumergirse a esta aventura que los beneficia tanto a ellos como a sus padres. La entrenadora de natación Ivette Das Chagas contó cuáles son los beneficios de esta actividad.
Das Chagas es licenciada en educación física y entrenadora de natación especializada en bebés. La docente misionera trabaja desde hace 18 años con niños desde sus primeros meses de vida, lo que la volvió una referente a nivel nacional e internacional.
En una charla con canal12misiones.com, aseguró que “los niños de 3 meses pueden arrancar, en lo posible en piletas particulares o de sus familias”. En el caso de que la actividad sea externa, lo ideal es llevarlo a los 6 meses cuando puede afrontar completamente los tratamientos de higienización de la piscina.
La profesora adapta sus clases tanto a domicilio como en piscinas preparadas especialmente para esta práctica. En estos días, atiende a las familias en una pileta climatizada a 32 grados centígrados, situada sobre calle 111 de Posadas.
Afirmó que cada vez son más los padres que eligen llevar a sus pequeños a natación, “especialmente por los beneficios en los aspectos oseoarticular y cardiovascular”, enfatizó.
Como es un deporte de estimulación y plenamente inclusivo, la entrenadora contó que tiene entre sus alumnos a nadadores a con Síndrome de Down, transtorno del espectro austista (TEA) y no videntes.
“Para empezar lo más importante son las ganas, tener un certificado médico que avale al niño a empezar la actividad y ropa de agua, tanto para ellos como para sus papis”, explicó Das Chagas.
¿Cuáles son los beneficios de la natación para los bebés?
La natación para bebés ofrece una serie de beneficios excepcionales para el desarrollo integral. Esta actividad contribuye al fortalecimiento muscular y al desarrollo físico general. Los bebés pueden moverse libremente en el agua, lo que promueve el desarrollo de la coordinación motora y les ayuda a mejorar el equilibrio.
Además, la natación temprana fomenta una relación positiva con el agua desde una edad temprana. Esto no solo reduce el miedo, sino que también sienta las bases para futuras habilidades acuáticas. Esta práctica promueve la confianza y la seguridad en los bebés al tiempo que les proporciona una experiencia sensorial única.
Desde el punto de vista emocional, crea un vínculo especial entre los padres y sus hijos. Las sesiones acuáticas ofrecen un tiempo de calidad para interactuar y disfrutar juntos, fortaleciendo la conexión emocional.
Fotos: Sixto Fariña
