El paisaje urbano no solo está hecho de calles y construcciones, sino también de símbolos que representan a quienes habitan esos espacios. En Posadas, la reciente restauración de los pórticos de ingreso a los barrios El Progreso y Don Pedro es un ejemplo de cómo la infraestructura puede reforzar el sentido de pertenencia. Estas estructuras, visibles y cotidianas fueron reacondicionadas por la Secretaría de Movilidad Urbana, que mejoró letras, bases y estética general. Son accesos que marcan el territorio y, al mismo tiempo, la identidad de quienes lo transitan y lo viven.
Identidad que se construye colectivamente
Más allá de la recuperación visual, estos trabajos se inscriben en un proceso mayor que busca revalorizar la vida en los barrios. En este sentido, la ciudad de Posadas sostiene desde hace una década el programa de Presupuesto Participativo, una herramienta que permite a vecinos y vecinas decidir en qué invertir parte del presupuesto municipal. A través de asambleas en distintos puntos de la ciudad, los habitantes eligen proyectos de mejora para sus zonas, que van desde iluminación hasta espacios recreativos o culturales.
En muchas de esas reuniones, una demanda reiterada fue la recuperación de elementos identitarios: murales, señalética, nomenclaturas y accesos. La restauración de los pórticos responde justamente a esa necesidad de visibilizar y fortalecer el valor simbólico de los barrios dentro del entramado urbano.
SUM: puntos de encuentro y decisión
Los Salones de Usos Múltiples (SUM) cumplen un rol clave en este entramado participativo. Son espacios que permiten el encuentro vecinal y la construcción de acuerdos colectivos. Allí se debaten ideas, se eligen proyectos y se gestan vínculos. En el marco del Presupuesto Participativo, muchos de estos salones funcionan como sede de votaciones y presentaciones de propuestas. Además, tienen un uso social sostenido: talleres, actividades culturales, apoyo escolar, ferias y encuentros comunitarios.
Así, el fortalecimiento de la infraestructura barrial —sea un pórtico, una plaza o un salón— no es un hecho aislado. Forma parte de una política pública que reconoce al barrio como núcleo de identidad, participación y acción. Es en estos espacios donde la ciudadanía se organiza, toma decisiones y ve materializados sus proyectos.
Una ciudad que crece desde sus barrios
La recuperación de los accesos en El Progreso y Don Pedro no es solo una mejora estética. Es también una señal de reconocimiento. Revalorizar los nombres, las historias y los símbolos barriales significa entender que la ciudad se construye desde lo local. Y que una ciudad que escucha, restaura y acompaña las decisiones de su gente es una ciudad más habitable, más justa y más viva.
En Posadas, los barrios ya no son solo lugares donde se duerme. Son espacios donde se vive, se crea, se decide y se transforma. Y cada pórtico restaurado es una puerta abierta a ese presente compartido.
