Los canillitas modificaron su trabajo en base a los cambios de la época. En la actualidad, los objetos de colección son la predilección de los clientes. El mundial fue un momento clave para las ventas.
El negocio tuvo su auge entre las décadas de los ’80 y el ´00. Con el tiempo y los avances tecnológicos, las revisterías debieron reinventarse. Roberto Cena es canillita en Posadas. Hace 33 años tiene su puesto en la esquina de San Lorenzo y La Rioja. En diálogo con canal12misiones.com, el emprendedor contó acerca de las transformaciones que realizó a fin de mantenerse vigente en las calles posadeñas.
“Antes me levantaba a las 6 de la mañana. Hoy en día, las revisterías son un comercio más. Al trabajar con colecciones podes abrir a los 8″, dijo Cena quien afirmó que, en la actualidad, el puesto tiende a vender libros y objetos de colección.
Libros, revistas infantiles e incluso historietas, son los productos de mayores ventas en el local de Roberto. “El diario prácticamente no se vende. En un mes me pueden pedir alrededor de dos veces. Ahora salen mucho las historietas de Marvel. También se venden muchos autos para colección”, comentó.
En relación a años anteriores, el canillita explicó que “viene menos gente, más que nada por lo económico”. Al mismo tiempo, Cena contó que le realizan muchos pedidos. “Tengo clientes fijos. Además, los coleccionistas saben cuando están sus productos entonces lo pueden venir a buscar“.
Tierra de Diego y Lionel
La época del mundial fue un momento clave para los comerciantes. Con los álbumes de figuritas y los stickers, “se vendió muchísimo. Nunca pasó una cosa similar. Fue una época particular”, resaltó el hombre. En este sentido dijo que, hasta hoy, le solicitan productos de la Selección y su participación en Qatar.
Sena contó que las revisterías fueron mutando. “Estamos esperando que más adelante, haya una transformación mas grande. Poder vender otros tipos de productos como golosinas, estacionamientos y poder generar más”, señaló.
De esta manera, los canillitas permanecen en las calles. Con nuevas incorporaciones y cambios que se adaptan a la época, el negocio se reinventa y se mantiene vigente en cada calle de la ciudad.
