El 1 de Mayo, además de ser el Día Internacional del Trabajador, se conmemora el inicio de las transmisiones a color en la televisión Argentina.
Alas 00:00 del 1 de mayo de 1980 inició la era de la televisión a color en Argentina, lo que fue vivido como un enorme hito nacional. La locutora Lidia Satragno, conocida popularmente como “Pinky”, fue la elegida para presentar el acontecimiento. La primera imagen color emitida fue la de la bandera argentina, que flameó frente a los mástiles de un navío y al son de la canción Aurora.
“Señoras y señores, con ustedes, la televisión a color”, anunció Pinky a la emisión que posteriormente iba aquedar en la memoria colectiva argentina.
Durante la misma jornada inaugural del nuevo universo cromático librado a la imaginación de los televidentes, se estima que en el país había unos 300.000 televisores a color. Ese mismo día, el locutor Fernando Bravo presentó el primer partido de fútbol de la Selección Argentina, que le ganó al combinado de Irlanda, con gol de Diego Maradona.
En sus primeros años de transmisión a color, Argentina Televisora Color (ATC) apostó a producir musicales, programas de ficción y humorísticos, que la llevaron a liderar la audiencia durante los primeros años de los 80.
Los primeros contenidos a color
Si bien la programación no variaba mucho, se pudo apreciar la transmisión de teleteatros, espacios en vivo y algunos programas infantiles, como por ejemplo “El Capitán Piluso”.
Pequeños ajustes en los decorados eran los responsables de marcar la diferencia entre un horario y el otro. En cuanto a los animados, ATC transmitió el Festival de Tom y Jerry, contenido entretenido y a color para los más chicos.
Lo que reunía una mayor cantidad de audiencia era el espectáculo deportivo. Aún más si se trataba de emisiones desde el exterior y con luz natural. Las películas y las series también eran muy consumidas, sobre todo las superproducciones.
Normas para el acceso al color en la TV
De los 4 millones de hogares que tenían al menos un televisor en su casa, sólo unos 250 mil contaban con la posibilidad de recibir el color. A su vez debían estar habilitados para acceder a la norma Pal-N, la que había adquirido la Argentina. La grieta televisiva de esa época era Pal-N versus NTSC, siglas que a quienes vivieron la época les sonará muy familiar.
Las crónicas de ese entonces hablan de que un televisor color de 20 pulgadas equivalía a tres heladeras. El valor de un televisor rondaba los 500 dólares.
Efecto “moiré” y el uso del color rojo
Según las definiciones del Oxford Languages, Moiré es la “Tela a la que se le da un acabado que produce un efecto de aguas, en especial la de seda”.
El uso de esta tela u otras que generan el mismo efecto en pantalla, fue prohibido. Se trató de una orden que se podría decir que había que cumplir a rajatabla. Los productores de la época no debían permitir que algún actor o actriz usara algo en su vestuario que pudiera producir el efecto moiré.
Con la llegada de la “pantalla cromática”, además de todo el entusiasmo, surgieron varias dudas que generaron sorpresas. Un ejemplo fue el rojo como el color más peligroso, porque se le daba por fugarse de los bordes.
El panorama de la televisión argentina de los ’80
Luego de la gran inauguración de la televisión a color en la Argentina, los avances audiovisuales continuaron en ascenso. En pleno contexto de la guerra de Malvinas (1982), surgieron los intentos de re-licitar los canales estatizados.
Alejandro Romay fue uno de los nombres más destacados de la época: condujo el Canal 9 desde 1984; mientras que José Irusta Cornet lo hizo con el Canal 2.
A modo de recorrido por los programas más emblemáticos de la década, pueden mencionarse: el unitario “Hombres de ley”, productos humorísticos como “No toca botón”, algunos ciclos de concursos como “Hola Susana” o “Finalísima del humor”, y el recordado “Badía y compañía”.
