Es la planta de biodiesel de Puerto Rico. El producto final se utiliza para abastecer la maquinaria del municipio. Es otra de las iniciativas sostenibles en la provincia, que dan cuenta del compromiso de la sociedad y el Estado por el cuidado del ambiente.
La tierra colorada se destaca por sus políticas sostenibles, a favor de la conservación de las especies y la protección de los entornos. En la localidad de Puerto Rico existe una planta que suma su contribución desde la gestión de residuos. Es la fábrica de biodiesel, que recicla el aceite de cocina usado para convertirlo en combustible.
En medio de la preocupación por la disposición adecuada del aceite, esta planta le da un nuevo propósito al desecho y lo transforma en energía limpia y renovable. El aceite usado, que a menudo es complicado de tirar debido a su potencial contaminante y su capacidad de dañar las cañerías, encuentra en esta planta una nueva vida útil.
A través de un proceso de transformación, el líquido es convertido en combustible de origen natural. Esto representa una alternativa sostenible a los combustibles fósiles convencionales.
Reciben aceite en sus instalaciones y puntos de recolección
La importancia de la iniciativa radica en la capacidad de reducir el impacto ambiental. Al darle otra utilidad, no solo minimiza la cantidad de derechos contaminantes sino que también contribuye a la producción de energía amigable con el ambiente.
La planta de biodiesel de Puerto Rico funciona como un centro de recolección y transformación. Los residentes de la localidad y zonas aledañas pueden llevar su aceite usado en recipientes plásticos o de vidrio, para que luego sea procesado y destinado al funcionamiento de maquinarias del parque vial municipal. Unos 10 camiones y dos retroexcavadoras funcionan 100% con biodiesel.
Esta propuesta tuvo una recepción positiva de parte de la comunidad, ya que brinda una solución práctica a un problema común y le brinda a las personas la oportunidad de ser parte activa en la reducción de los residuos y la promoción de la sostenibilidad.
Para quienes deseen acercarse a la planta, pueden visitarla sobre la avenida Costanera de lunes a viernes de 7 a 12, próximo al puesto de Gendarmería.
Cabe destacar que en distintos puntos de la provincia, como en Capioví, funcionan los puntos de acopio. En esta última localidad está ubicado en el Centro Integrador Comunitario, donde los habitantes de zonas vecinas pueden llevar su aceite.
La planta también trabaja de forma articulada con el sector gastronómico local, uno de los productores de aceite para desecho. Se coordina con cada local para realizar una visita y pasan a retirar el líquido que ya fue utilizado.
Para solicitar el retiro en domicilio podés comunicarte al WhatsApp 3764 353604. En algunos casos, la gente colabora filtrando el aceite, lo que facilita aún más el proceso.
Esta iniciativa es un gran ejemplo sobre cómo la innovación y la conciencia ambiental pueden converger para transformar un problema en una oportunidad, lo que beneficia tanto al entorno como a los propios vecinos de la ciudad.
Alimento balanceado y bioinsecticidas
Según precisó el responsable de operación en la planta, Ricardo Tenaglia, además de combustible natural, se genera un segundo producto que es el glicerol. Este pasa por otro proceso de transformación donde se convierte en un suplemento alimenticio de origen proteico, destinado al consumo de animales.
El alimento balanceado es también conocido como grasa bypass y se utiliza en el rubro ganadero, ya que aporta las necesidades nutritivas que garantizan el buen rendimiento en leche y carne. Para la producción se utilizan fibras de pastura; proteína, como la alfalfa; y la energía metabolizable que se consigue desde cebos o aceites.
Además, este no es el único subproducto de la planta. También se fabrican bioinsumos con efectos insecticidas a base de aceite de citronela. Se utiliza en las campañas de lucha contra el dengue en el municipio, por ejemplo.
