En otra edición de Recorriendo Sabores, Agustina Almirón viajó hasta la localidad en búsqueda de conocer más propuestas y delicias regionales. En esta oportunidad, desembarcó en un destino con una rica historia detrás, además de una calidad de primera en la experiencia que provee a los turistas.
A menos de una hora de la capital provincial, en la localidad de Santa Ana se encuentra uno de los tesoros turísticos y gastronómicos más solicitados. Se trata de Al Kamar Lodge, un emprendimiento familiar cuenta con una propuesta culinaria de primera línea y se posiciona como un atractivo ineludible al momento de visitar la provincia. Lo destacado es su huerta agroecológica de donde se sirven para desarrollar sus platos gourmet. Hasta allí llegó Recorriendo Sabores, el programa de Canal 12.
Graciela Turrella de Ruíz, una de las fundadoras del lugar, contó a Canal 12 la historia detrás y el motivo del particular nombre de este lodge. “Al Kamar es un sueño que tuvimos con mi esposo. Nos gusta viajar y siempre buscamos lugares pequeños pero acogedores con una ambientación especial”, describió.
Y explicó que el nombre se traduce del árabe como luna llena y surgió de la ascendencia libanesa de su esposo.
El emprendimiento es un esfuerzo conjunto de una familia numerosa, ya que la pareja tiene seis hijos y todos contribuyeron a hacer de este destino un lugar único. “Todos colaboraron y pusieron su granito de arena”, aseguró.
La propuesta gastronómica se distingue con platos basados en elementos regionales y libres de agroquímicos. La especialidad de la casa está enfocada en pescados y pastas. El lodge trabajó durante años con el chef Julio Salinas, cuya influencia se refleja en la base de la cocina del lugar.
Aporte de los bioinsumos
El menú incluye opciones como carne vacuna, pollo, risottos y verduras. Lo que hace que la experiencia sea aún más especial es su huerta agroecológica: “Apostamos a que todo lo que se consuma en el restaurante sea sin químicos y venenos. Hacemos nuestros propios fertilizantes y abonos naturales”, dijo Turrella de Ruíz .
“La provincia colaboró con la entrega de bioinsumos. Estamos muy contentos con la ley de no más glifosato porque es fundamental para la salud del mundo”, reflexionó.
La construcción de este destino duró siete años y, desde su apertura en 2018, se encuentra en funcionamiento los 365 días del año. “Nuestra idea era hacer algo rústico pero dentro del confort y lo moderno”, agregó Turrella de Ruíz. Esta combinación de lo rústico y lo moderno se refleja en el diseño de las cabañas, cada una con un estilo distinto pero siempre manteniendo la esencia del lugar.
Además de su entorno natural, el restaurante está abierto tanto para los huéspedes como para el público en general a través de reservas. “Tenemos turistas todo el año”, destacó.
