Una rama que siempre soñó ser pájaro es de la artista misionera Alejandra Rodríguez. Fue una de las nueve seleccionadas en la categoría de formatos cortos. El IAAviM impulsa proyectos de nuevos realizadores.
Entre octubre y noviembre, se llevó a cabo la producción del cortometraje Una rama que siempre soñó ser pájaro. La locación elegida para el rodaje fue el barrio Itaembé Guazú de Posadas. El proyecto se concretó con el apoyo del IAAviM, que otorgó $ 4.400.000 para la producción de proyectos de formatos cortos para tv y plataformas web, finalización de obras y acompañamiento.
Los recursos se entregaron a través de la Convocatoria 2022/2023. El aporte para realizadores y realizadoras de la provincia es muy significativo. La directora Alejandra Rodríguez señaló que “es una gran oportunidad para creadores primerizos en dirección en el ámbito audiovisual”.
“En mi caso dirigí obras de diferentes índoles en otros formatos arte-visuales. En esta ocasión, dar mis primeros pasos con el apoyo de las políticas públicas del Estado y el acompañamiento del IAAviM es un aliciente enorme para seguir creciendo y creando”, aseguró.
Corto: “Una rama que siempre soñó ser pájaro”
La historia se plantea a partir de un lenguaje poético en que se construye un mundo onírico. Habla de una casa, aparentemente, abandonada en medio de un campo desolado, donde habita por siempre el fantasma de Helena. Una escritora de mediana edad que se consume entre historias, fantasías y alguna que otra verdad acerca de su vida.
De acuerdo a la directora, los paisajes de la zona donde se filmó ayudaron a la atmósfera que propone su videoarte. “Es una locación con una casa abandonada bastante icónica”, comentó. Hay varios y diferentes trabajos filmados en ese mismo lugar. “El espacio es muy hermoso y se presta para crear todo tipo de fantasías”, detalló.
El rodaje se realizó durante dos jornadas intensas, debido al clima del momento. “De todas formas logramos trabajar de acuerdo a lo planeado y salió todo genial”, comentó Rodríguez.
Aprender en el rodaje
El equipo de trabajo estuvo conformado por Germán Lorenzo Robert en Producción. Aimará Schwieters y Carla Terribile asistentes de dirección y de producción, respectivamente. Melanie Gamonal en la dirección de fotografía y Francisco Brizuela en la asistencia de fotografía. Asistentes de arte y ayudante fueron Marcelo Conrado y Facundo Saiz. Yamila Frowein en foto fija y Makarena Bordón como asistente de vestuario y maquillaje.
“El rodaje más todo el proceso pre y de post que nos espera del proyecto será una experiencia para mí maravillosa y de mucho aprendizaje”, destacó la directora.
En La rama que siempre soñó ser pájaro, la naturaleza aparece como trasfondo para indagar en sutilezas de la vida LGBTQ+. “Para mí cada expresión conlleva y desencadena procesos de aprendizajes, prácticas y reflexiones internas que guían cada paso en la construcción de la obra“, indicó.
En este caso, es un proyecto que nace y se desarrolla desde un lugar y una indagación muy íntima. Para Rodríguez, “estamos en un momento crucial, en el cual tenemos muchas más posibilidades de hacernos preguntas, de indagar, de vivir. De ser y expresar con mayor libertad nuestra identidad”. Por lo que se mostró feliz de haber transitado por esas experiencias a través de esta historia.
Trabajos previos de la directora Alejandra Rodríguez
Rodríguez, previamente, indagó en formatos expresivos como la instalación y fotoperformance. Comentó que ser seleccionada con su proyecto la hizo sentirse “muy honrada porque es una puerta muy importante que se abre”. Entiende que esto posibilita materializar proyectos, que de otra forma sería muy difícil. También, “como realizadores nos involucra dentro de las esferas de la profesionalización. Estoy súper contenta de haber tenido esta oportunidad y dar este salto”, afirmó.
Entre sus trabajos anteriores, figuran La Nación de Plástico, una obra de instalación y fotoperformance. Donde reflexiona sobre matices de las problemáticas ambientales contemporáneas. También, en el ámbito audiovisual, dirigió Fragmentos líquidos, una pieza de teatro leído escrita por Diego Aramburo.
*Fotos: gentileza producción del cortometraje Una rama que siempre soñó ser pájaro
