Ingenieros de la empresa habían propuesto hace dos años un bot con funciones similares a las del desarrollo de OpenAI, pero el proyecto fue cancelado por su “peligrosidad”. ¿Qué planes tiene ahora la firma del buscador?
Tras la grandísima visibilidad que consiguió ChatGPT, el avanzado chatbot desarrollado por OpenAI, se espera que Google lance su propuesta denominada Bard para inyectar en la vena de sus servicios los encantos de la inteligencia artificial (IA).
Pocos saben que hace dos años la compañía del buscador tuvo la oportunidad de ser la punta de lanza en este negocio, pero no lo fue porque la gerencia frenó el lanzamiento de un bot creado por exingenieros de la firma.
El malogrado chatbot de Google
Un informe publicado en The Wall Street Journal cuenta un hecho desconocido en el recorrido de Google. Según el medio estadounidense, hace dos años dos exingenieros de la empresa insistieron para que se lance un chatbot similar a ChatGPT desarrollado dentro de Alphabet Inc., pero esa tecnología nunca llegó al público. La cúpula de la compañía se resistió a hacerlo señalando que el sistema presentaba “problemas de seguridad”.
Esta historia se remonta al año 2018, cuando los ingenieros de software Daniel De Freitas y Noam Shazeer comenzaron a trabajar en el desarrollo de un chatbot capaz de imitar la interacción entre humanos. El sistema había sido bautizado “Meena” y podía encarar discusiones sobre diversas temáticas, desde filosofía avanzada hasta programas de televisión. De Freitas y Shazeer creían que este bot conversacional podría cambiar radicalmente la forma en la que se hacen búsquedas en la Web.
Google decidió dar un giro de timón, descartar algunos de los avances conseguidos por los mencionados ingenieros y enfocarse en el sistema LaMDA. Según argumentaron los líderes de la empresa, el desarrollo no cumplía con los estándares de seguridad e imparcialidad que se pretenden para los sistemas basados en IA, incluso luego de revisiones y correcciones impulsadas por investigadores externos.
Frustrados por los frenos en su trabajo, De Freitas y Shazeer abandonaron Google a fines de 2021 e iniciaron su propia empresa, Character.ai. Aquella firma ofrece un método capaz de conversar como lo harían celebridades, desde Elon Musk hasta Leo Messi. En TN Tecno probamos ese chatbot para simular una charla con Shakira acerca de su reciente y escandalosa separación.
LaMDA “tiene conciencia”
Siguiendo a Business Insider, la empresa californiana reconocida por su buscador web ha protagonizado diversos fracasos al intentar lanzar sistemas de IA, desde 2012 hasta la actualidad.
El año pasado, Google protagonizó un ida y vuelta con un exempleado, Blake Lemoine, quien había trabajado en el desarrollo de LaMDA y aseguró que esa tecnología tiene conciencia y sensibilidad.
Alphabet dijo que el ingeniero violó los acuerdos de confidencialidad al publicar chats y lo despidió. Antes, Lemoine había asegurado que si no supiera que se trata de un chatbot sería creíble pensar que se trata de “un niño de 7 u 8 años de edad” conversando.
Google quiere revancha: lanzará su propio, chabot pero no será el pionero
La llegada de Bard confirmará la participación de otro gigante tecnológico en el mundillo de los chatbots conversacionales, un ámbito que ahora tiene como paradigma a OpenAI y su sistema ChatGPT. Aquella tecnología ya demostró su capacidad para redactar textos, resolver ecuaciones, contar chistes e incluso escribir el código de los softwares.
La llegada de Google al sector de los chatbots se concretará luego de que Microsoft consiga que su buscador web, Bing, cobre nueva vida al sumar los avances de ChatGPT gracias a un acuerdo con la organización OpenAI. De acuerdo a BI, las acciones de la cuna de Windows han ido en alza desde que sumó IA a su buscador y a otros servicios de su entorno.
¿Por qué los chatbots conversacionales son “peligrosos”?
La inteligencia artificial entusiasma y también genera preocupaciones. “Es una tecnología peligrosa”, aseguró recientemente Elon Musk, CEO de Twitter y SpaceX, que además pidió que se establezcan regulaciones para su uso.
Esa opinión no es aislada e incluso se oye en las entrañas de OpenAI, cuya directora, Mira Murati, dijo que “las herramientas de IA deben ser revisadas ya que podrían ser empleadas por malos actores”.
Amén de las aplicaciones evidentemente riesgosas de la IA, por ejemplo el empleo de robots capaces de disparar armas; estos sistemas están envueltos en debates más allá de lo sanguinario. Por ejemplo, ¿cómo distinguir si hablamos con un humano o con una máquina a medida que los desarrollos del sector evolucionan? ¿Cómo saber si un texto fue escrito en forma automatizada?
La IA es la capacidad de las máquinas para usar algoritmos, aprender de los datos y utilizar lo aprendido en la toma de decisiones tal y como lo haría un ser humano
Además, surgen cuestionamientos respecto a los datos que se emplean: ¿cómo consignar la propiedad intelectual cuando es un bot el creador aunque, al mismo tiempo, usa información previamente producida por personas de carne y hueso?
Mientras tanto, las grandes firmas tecnológicas no quieren estar por fuera de este juego que promete ingresos millonarios en el futuro. Además de Google y Microsoft, Meta ya presentó a LLaMA, su propio chatbot con IA, y la empresa china Baidu también avanza en este terreno; por mencionar sólo dos casos en un ámbito que recibirá a muchos más.
La decisión de Alphabet implica robustecer la seguridad de su chatbot, a costa de perder ventaja en este negocio al llegar más tarde que los demás. Eso sí: en función de su poderío, no será extraño que recupere camino más rápidamente que otros.
Fuente: TN Tecno
