El Gobierno de los Países Bajos entró en crisis luego de que el Partido por la Libertad (PVV), liderado por Geert Wilders, anunciara su salida de la coalición. La decisión, sorpresiva y contundente, se debe a la falta de acuerdo con sus socios sobre un plan de endurecimiento en la política migratoria, que incluía medidas como el cierre de fronteras y la suspensión de la reunificación familiar de refugiados.
Wilders, cuya formación es la más numerosa del Parlamento, acusó a sus aliados de frenar sus propuestas y de bloquear el plan de asilo que presentó la semana pasada. “No hay firma para nuestros planes de asilo. Ningún cambio en el acuerdo marco. El PVV abandona la coalición“, escribió en sus redes sociales.

Crisis en Países Bajos
El conflicto estalló tras la presentación unilateral del plan migratorio del PVV. Sin consultar al resto de los partidos de la coalición -VVD, NSC y BBB-, Wilders propuso una serie de medidas drásticas para restringir el derecho al asilo.
Entre ellas, el cierre total de fronteras y la expulsión inmediata de refugiados sirios con permisos temporales. La reacción fue inmediata: sus socios acusaron al líder ultra de dinamitar los consensos y de actuar con autoritarismo.
La tensión aumentó cuando Wilders lanzó un ultimátum: sin cambios en el acuerdo de gobierno, su partido se retiraría. Pese a varios intentos de diálogo, el PVV mantuvo su posición intransigente.
La reunión final entre los socios no logró acercar posturas. Wilders concluyó que no existía voluntad real para implementar sus propuestas. El martes por la mañana, el líder del PVV formalizó su salida y ordenó la renuncia de todos los ministros de su partido.
Consecuencias políticas
Con la salida del PVV, el Gobierno de Dick Schoof perdió la mayoría parlamentaria, lo que obliga al país a buscar nuevas soluciones institucionales.
La presidenta del VVD, uno de los partidos socios, acusó a Wilders de “abandonar a los Países Bajos” en un momento de incertidumbre y de poner sus intereses personales por encima del bien común.
Por su parte, Caroline van der Plas, líder del BBB, se mostró indignada: “No se gobierna por Twitter“, dijo, en alusión al modo en que Wilders comunicó su decisión.
Las posibilidades de recomponer la coalición se ven lejanas. Todo indica que el país se encamina a elecciones anticipadas. El gabinete se reunió de urgencia para evaluar los pasos a seguir. En tanto, la figura de Wilders queda reforzada entre sus bases más radicalizadas, pero debilitada en la escena parlamentaria.
La fractura no solo implica la dimisión de los ministros del PVV y la inminente convocatoria de elecciones anticipadas, sino que también activa una señal de alarma en la Corona. Fuentes cercanas a la Casa Real aseguran que la renuncia del primer ministro preocupa seriamente al rey Guillermo Alejandro, debido a la creciente polarización política y al riesgo de inestabilidad prolongada en un contexto europeo delicado.