El fotógrafo Pablo Grillo, que fue herido con un cartucho de gas lacrimógeno en una de las marchas de los jubilados en el Congreso, recibió el alta y continuará su recuperación en un centro de rehabilitación. Cerca de las 10.30 de este martes, fue trasladado al Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca para continuar con su tratamiento.
En la puerta del hospital lo esperaba su familia, amigos y conocidos que celebraron su recuperación. El fotógrafo salió en camilla y fue subido a una ambulancia para ser trasaladado.
“Seguimos haciendo fuerza por él y para que todo siga según lo esperado”, remarcaron desde la cuenta “Justicia por Pablo Grillo”.
Los médicos del Hospital Ramos Mejía estimaban darle el alta el 13 de mayo, después de estar dos meses internado. Sin embargo, un día antes, detectaron que perdía líquido del cerebro, por lo que tuvieron que operarlo. El cuadro continuó varios días y, a pesar de ser intervenido, no se pudo frenar la pérdida. Por este motivo, lo llevaron otra vez al quirófano.
Durante el fin de semana, los familiares informaron que “la válvula funciona según lo esperado y los neurólogos le realizaron controles por encefalograma para medir la actividad eléctrica del cerebro”. Ante esos avances, celebraron las buenas noticias: ¡Gracias por el acompañamiento! ¡Te esperamos Pablo!“.
Así fue herido Pablo Grillo
El 12 de marzo, el reportero gráfico estaba a metros del edificio del Anexo del Senado, en las intermediaciones del Congreso. Mientras intentaba capturar imágenes del momento, recibió el impacto del tubo de gas lacrimógeno y cayó al piso.
El padre del fotógrafo aseguró a los medios que su hijo estaba “trabajando de forma independiente” cuando recibió el impacto. El gendarme acusado de disparar es Héctor Guerrero.
