Harry Kane rompió la maldición de los títulos en Alemania. Después de años de frustraciones y récords personales sin recompensa colectiva, el delantero inglés se consagró campeón de la Bundesliga con el Bayern Múnich. El empate del Bayer Leverkusen ante Friburgo le dio al club bávaro su trofeo número 33. Y a Kane, por fin, el primer título profesional de su carrera.
La consagración más esperada
Harry Kane rompió la maldición de los títulos en Alemania. La espera terminó. Después de 31 años y una carrera plagada de goles, el delantero inglés logró por fin levantar una copa. El Bayern Múnich se consagró campeón de la Bundesliga por trigésima tercera vez en su historia. Y Kane, autor de 80 goles en 89 partidos, fue parte esencial de esa conquista.
La definición no dependía solo del Bayern. El sábado, el equipo bávaro empató agónicamente ante el Leipzig. Aún con ese resultado, el Bayer Leverkusen necesitaba ganar sus últimos tres encuentros y esperar una improbable caída del conjunto muniqués. Pero ese milagro nunca llegó. Leverkusen empató 2-2 ante Friburgo y dejó escapar la posibilidad de seguir en carrera.
La frustración fue evidente. El Leverkusen había sido la gran revelación de la temporada anterior y soñaba con el doblete. Sin embargo, el rendimiento se desinfló en el tramo final. El club ya piensa en el futuro, donde podría incluir la salida de su entrenador Xabi Alonso.
Mientras tanto, en Múnich, la celebración fue total. Kane se quedó largo rato en el túnel de vestuarios el sábado. El empate ante Leipzig había dejado un sabor agridulce. Pero todo se revirtió al día siguiente. El título llegó de manera indirecta, aunque no por eso menos emocionante.
Harry Kane y el título que cambia su carrera
El Bayern ganó la Bundesliga con un juego ofensivo y cohesionado. Acumuló 33 triunfos, 8 empates y solo 7 derrotas en todas las competiciones. El proyecto de Vincent Kompany, considerado un experimento por muchos, comienza a consolidarse. “Nadie se lo merece más que él”, dijo Uli Hoeness, presidente de honor del club, en referencia a Kane.
El camino no fue sencillo. Kane ya había sufrido otro revés meses antes, cuando Inglaterra perdió la final de la Eurocopa 2024 ante España. Esa caída había ampliado la racha sin títulos del goleador. El fútbol, sin embargo, siempre da revancha. Esta vez, el final fue distinto.
Kane fue el máximo goleador de la Bundesliga en la campaña anterior, con 36 tantos. En la temporada 2024-2025 va camino a repetir la hazaña. La contundencia del inglés nunca estuvo en duda. Pero su carrera necesitaba este giro. Este título. Esta redención.
Harry Kane rompió la maldición
El Bayern Múnich venía de un ciclo turbulento en el banco. En cinco años, pasaron cinco entrenadores. Kompany, que había dirigido al Burnley entre 2022 y 2024, llegó al club con un perfil bajo. Su trabajo dio resultados. La conquista de la Bundesliga le brinda respaldo, aunque en Múnich ya se piensa en la próxima meta.
La eliminación de la Champions ante el Inter de Milán había dejado heridas. El título local, sin embargo, cicatrizó parte de ese golpe. La victoria en la Bundesliga es el comienzo de un nuevo ciclo. Kane lo sabe. Y también el club.
Con 1,90 metros de estatura, Kane es una fuerza de la naturaleza en el área rival. Su talento no se mide solo en goles. También aporta asistencias y presencia en el campo. Sus números en Alemania lo confirman: 80 goles y 22 asistencias en menos de 90 partidos.
Su llegada al Bayern generó expectativa. Muchos dudaban si su “maldición” seguiría. Pero los goles empezaron a llegar. Y el título, también. Kane rompió la maldición de los títulos en Alemania. Lo hizo con esfuerzo, paciencia y jerarquía.
Este campeonato representa mucho más que una copa para el inglés. Marca un quiebre en su historia personal. Después de tantos intentos fallidos, encontró el éxito colectivo que tanto buscaba. Ahora, con su primer título bajo el brazo, se abre una nueva etapa. Más madura, más completa.
El Bayern celebra. Kane también. La espera terminó. Y con ella, una de las historias más particulares del fútbol moderno. El goleador sin títulos ya no existe. Quedó atrás. Ahora comienza el legado del campeón.
