Una nueva dura eliminación sufrida por Boca Juniors en su estadio dejó grandes coletazos que sacuden la estructura de la dirigencia ante el reclamo de su público. Este lunes, el equipo dirigido por el técnico interino Mariano Herrón cayó de local por 1-0 ante Independiente de Avellaneda.
El traspié ante Alianza Lima que le impidió ingresar a la zona de grupos de la Copa Libertadores; la derrota ante River que eyectó del cargo a Fernando Gago; y la reciente eliminación en cuartos de final del Torneo Apertura de la liga local; hicieron estallar a la gente que por segunda vez en el año cantó contra los jugadores y comisión directiva.
En ese marco, una nueva bomba estalló este martes. A pocas horas de la derrota sufrida ante Independiente, trascendió que el zaguero Marcos Rojo no formó parte de la partida por una sanción interna.
La ausencia de Rojo que complicó la previa de Boca
La presencia de Rojo en el banco de suplentes de Boca fue justificada, en un primer momento, por una supuesta enfermedad que no lo dejó entrenar de manera acorde en los días previos. Sin embargo, las nuevas versiones periodísticas indican que se Herrón tomó la firme postura de quitarle la titularidad por un acto de indisciplina.
El experimentado defensor, que iba a ser el capitán del equipo en los cuartos de final del Torneo, acusó unas líneas de fiebre el sábado por la mañana. Por ello, no se presentó a entrenar en el predio de Ezeiza. Hecho que el DT interino no dejó pasar a la ligera.
El cuerpo técnico pretendía que, como marca la norma interna ante este tipo de imprevistos, Rojo fuera a Boca Predio para dar conocimiento de su situación en persona. Y que fueran los propios médicos del club los que le indicaran que se retirara para hacer reposo. Pero el jugador no se hizo presente. Simplemente avisó que se sentía mal y faltó a una práctica decisiva en la que hubo ensayo formal de fútbol.
