El secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, anunció la aprobación del primer proyecto minero dentro del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). El proyecto seleccionado se ubica en Salta y lo llevará adelante la compañía Rio Tinto bajo el nombre Rincón de Litio.
La inversión total alcanzará los US$2700 millones y tiene como objetivo ampliar la capacidad de producción de litio grado batería. Según detalló González, la construcción de la planta comenzará a mediados de este año. “Esperemos que sea el primero de varios”, expresó durante el evento ArminerA organizado por IDEA y la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM).
El proyecto aprobado en Salta representa el cuarto enmarcado dentro del RIGI desde que el régimen entró en vigencia, en octubre del año pasado. No obstante, marca el primero del sector minero entre los siete presentados desde entonces.

El RIGI abre paso a un nuevo proyecto minero
La empresa británico-australiana Rio Tinto, una de las principales compañías mineras del mundo, encabeza el nuevo proyecto en el norte argentino. La firma adquirió el emprendimiento Rincón en 2021 por US$825 millones. Desde entonces, invirtió US$400 millones adicionales en estudios de factibilidad y en la instalación de una planta piloto.
El plan ahora busca escalar esa experiencia inicial y alcanzar una producción anual de 60.000 toneladas de litio. La compañía, fundada en 1873, ya produce otros minerales estratégicos como aluminio, hierro y cobre. En el país, opera los proyectos Fénix, en Catamarca, y Salar de Olaroz, en Jujuy. Ambos figuran entre los seis yacimientos de litio actualmente en producción.
Ignacio Costa, gerente general de Rio Tinto Lithium, aseguró que la empresa quiere profundizar su presencia en el país. “Estamos muy interesados en seguir creciendo en la Argentina”, dijo en Arminera, reforzando el compromiso de la firma con la región.
Un sector en expansión y con fuerte potencial
Los referentes del sector coincidieron en que la minería argentina atraviesa una etapa clave. Las condiciones macroeconómicas más estables, sumadas a un marco normativo más competitivo, impulsaron el interés de nuevos capitales.
“El lanzamiento del RIGI nos equipara con nuestros países vecinos, como Chile y Perú. Nos puso en muy buenas condiciones para empezar a trabajar y a atraer inversiones”, señaló Alfredo Vitaller, director de Asuntos Corporativos de Vicuña Corp. Su opinión refleja una percepción compartida por muchos dentro de la industria.
Chile, por ejemplo, exporta minerales por alrededor de US$50.000 millones anuales. En contraste, Argentina alcanzó apenas los US$4600 millones el año pasado. No obstante, los cálculos de CAEM proyectan que el país podría alcanzar los US$12.000 millones hacia 2032, si se concretan las inversiones previstas.
Según datos de la cámara minera, existen planes de inversión por un total de US$33.309 millones. De ese monto, la mitad corresponde a proyectos vinculados al litio, uno de los minerales más codiciados por la transición energética global.
Infraestructura y recursos humanos: los desafíos pendientes
Pese al creciente interés, los empresarios remarcaron que el país necesita realizar mejoras estructurales. En ese sentido, destacaron la importancia de invertir en infraestructura logística, especialmente en rutas, energía eléctrica y redes ferroviarias. Estos elementos, según afirmaron, resultan esenciales para reducir los altos costos operativos que enfrenta la actividad minera en el país.
Además, surgió otro tema sensible: la capacitación de personal. Si Argentina logra avanzar con los proyectos en cartera, podría enfrentarse a una escasez crítica de mano de obra calificada. La advertencia resonó entre los asistentes como un llamado urgente a generar políticas educativas y de formación profesional que acompañen el crecimiento del sector.
Néstor Rigamonti, gerente general de Minera Santa Cruz, se refirió a las condiciones de los proyectos actuales de oro y cobre. “Los proyectos maduros hoy son rentables solo gracias a que los precios de estos dos minerales están en valores históricamente altos”, explicó. Además, instó al Gobierno a impulsar créditos fiscales que fomenten la exploración minera, una etapa clave para asegurar la continuidad del desarrollo futuro.
Una industria con fuerte peso regional
Aunque el sector minero representa el 5,8% de las exportaciones totales del país, su impacto varía según la provincia. En Catamarca, por ejemplo, la minería explica el 87,8% de las exportaciones. San Juan registra un 81,2%, Santa Cruz un 80,5% y Jujuy un 75,4%. Salta, gracias al crecimiento del litio, también muestra un incremento significativo en la participación minera dentro de su economía.
Actualmente, el oro representa el 70% de las exportaciones del sector. Sin embargo, el litio ganó terreno en los últimos tres años. Las expectativas indican que su protagonismo aumentará de forma sostenida durante la próxima década, a medida que avance la electrificación del transporte y la transición energética global.
El cobre, otra oportunidad en ciernes
El cobre, otro recurso clave en la economía global, también figura entre los objetivos del país. Argentina comparte con Chile la Cordillera de los Andes, donde se concentran algunos de los yacimientos de cobre más relevantes del mundo. Sin embargo, la Argentina dejó de producir este mineral en 2018. Desde entonces, solo se desarrollaron proyectos de exploración.
Entre los emprendimientos que podrían avanzar en el corto plazo se encuentran Los Azules y Distrito Vicuña, en San Juan; Mara, en Catamarca, y San Jorge, en Mendoza. Si bien ninguno de ellos se encuentra aún en etapa productiva, los especialistas consideran que podrían dar un salto si el contexto macroeconómico y normativo se mantiene estable.
El RIGI y el nuevo proyecto minero: un punto de inflexión
El anuncio del Gobierno marca un punto de inflexión para la minería argentina. Con la aprobación del primer proyecto minero bajo el régimen RIGI, el país busca posicionarse como un destino competitivo para inversiones de largo plazo. La llegada de Rio Tinto con una apuesta de US$2700 millones refuerza esa visión.
A futuro, el desafío consistirá en mantener la estabilidad normativa, garantizar infraestructura adecuada y formar recursos humanos capacitados. De esa forma, la minería podrá consolidarse como una de las principales fuentes de divisas y desarrollo económico para la Argentina.