Verónica Acosta fue imputada por la Justicia de San Luis tras haber recibido por error una transferencia de $510 millones del Gobierno provincial en su cuenta bancaria. La mujer, que pensó que el monto era de $500 mil, gastó casi la totalidad del dinero en apenas dos días, destinándolo a compras personales y regalos para familiares.
Según su testimonio, Acosta esperaba un depósito de $8.000 por parte del padre de su hijo. Al ver una cifra abultada en su cuenta, creyó que eran $500 mil, y sin recibir ninguna notificación oficial sobre un posible error, decidió comenzar a gastar el dinero.
En 48 horas, realizó 66 transferencias a familiares y adquirió varios bienes, entre ellos una heladera, dos televisores (uno de ellos para su cuñada), una freidora, un microondas, cerámicos para su vivienda y un auto Ford Ka modelo 2014-2015. Muchos de esos objetos, aseguró, ya fueron devueltos de manera voluntaria.
La causa judicial se inició luego de que el propio contador del Gobierno de San Luis, responsable de ejecutar la transferencia, denunciara el error. Aunque el funcionario no se encuentra imputado, la Fiscalía ya dispuso una serie de medidas judiciales: allanaron la vivienda de Acosta, confiscaron los celulares de sus hijos y congelaron la cuenta bancaria donde se había depositado el dinero.
Además de Acosta, otras cinco personas fueron imputadas en la causa. A todas ellas se les exigió una fianza de $30 millones para evitar la prisión preventiva. Según la Fiscalía, ya se logró recuperar el 90% del dinero, mientras que el resto sigue siendo rastreado, especialmente en billeteras virtuales.
“Compré cosas que ya se devolvieron. También repartí dinero en la familia”, declaró Acosta, quien continúa bajo investigación para determinar si hubo o no una intención delictiva al utilizar los fondos.