En 2022, Irupé Figueredo vivió una experiencia llena de desafíos en su primera maternidad: un embarazo de trillizos de alto riesgo que culminó con un parto exitoso y tres niños sanos, gracias a la atención integral y especializada del Hospital Materno Neonatal, una de las áreas más importantes del Parque de la Salud de Misiones.
“No en todos lados tienen especialistas ni la tecnología que hay en este hospital”
En diálogo exclusivo con Canal12misiones.com, relata cómo, sin conocimiento previo del hospital, acudió a la guardia a los tres meses de gestación tras presentar pérdidas y fue inmediatamente atendida: “Nunca había ido al hospital materno, no conocía nada del lugar. Cuando llegué, me atendieron espectacular. Me preguntaron si quería ser paciente del hospital, y dije que sí. Tiempo después me internaron por complicaciones y me siguieron todo el embarazo hasta que nacieron mis hijos”.

La madre expresa con claridad la confianza que le brindó el equipo: “Ellos me explicaron todo desde el primer momento y supe que no iba a encontrar otro lugar así. Era un embarazo supercomplicado y no en todos lados tienen especialistas ni la tecnología que hay en este hospital”.
A las 28 semanas, la situación exigió una cesárea de emergencia
La paciento recuerda la excelencia médica y la atención financiada al 100% por el Estado que brinda el sistema público de Misiones. “En otros centros, el costo de una ecografía podía ser de 20 o 30 mil pesos (considerando la inflación acumulada, tendría un valor de 180 mil pesos a día de hoy), era mucho dinero y no me ofrecían toda la atención especializada que aquí recibí. Si tuviera que costear todo esto, no podría.” Este dato pone en evidencia la relevancia social y económica del Hospital Materno Neonatal, que atiende sin costo y con alta calidad.
El seguimiento fue estricto y continuo. “Desde que llegué con tres meses, tuve controles semanales con ecografías y obstetras. Me internaron varias veces por amenazas de parto prematuro, me hicieron análisis y me trataron con medicamentos para intentar prolongar el embarazo”. A las 28 semanas, la situación exigió una cesárea de emergencia. “Me ingresaron ese día, me pusieron medicación, pero a la noche el dolor no paraba y tuve que ser operada. Mis bebés eran muy chiquitos y fueron llevados directo a neonatología. El riesgo era que no sobrevivieran, pero los médicos hicieron todo para salvarlos”.

Figueredo contrasta con emoción y agradecimiento la calidez humana recibida. “Hablar con los médicos, la anestesista, el equipo de neonatología me contenía mucho. No tenía miedo por mí, pero sí mucha preocupación por mis hijos. Todos me atendieron súper bien, con mucho cariño y explicaciones claras. Los enfermeros también fueron espectaculares”.
Atención continua post emabarazo
Los trillizos, Alan, Alma y Mia, permanecieron dos meses en neonatología, enfrentando complicaciones propias de su prematuridad: respiradores, sondas, dificultad para subir de peso. “Pero hoy están por cumplir tres años y son niños sanos”, agrega. La continuidad en la atención es otro aspecto fundamental que valora: “El hospital tiene un consultorio especial para el seguimiento de prematuros hasta los 6 años, con pediatras, fonoaudiólogos, oftalmólogos, psicólogos y estimuladores. Si falta algo, los derivan a otros centros”.

Esta historia muestra el avance del sistema de salud pública en Misiones, que logra incorporar tecnología, especialistas y programas integrales que transforman vidas. “La atención es de acceso libre, la paga el Estado y es fundamental para familias como la mía, que no podrían afrontar estos gastos continuos”. Es así que envía un mensaje a otras mujeres: “Hagan los controles, acérquense a los centros de salud, que los CAPS son completos y si hay complicaciones te derivan al materno. Es vital para el embarazo saber si todo está bien”.
Al hablar sobre la experiencia en general, sintetiza su vivencia con palabras llenas de gratitud y orgullo: “Me sentí segura, confiada, contenida. Si alguien me pregunta dónde atenderse en Misiones, les digo que el hospital materno es la mejor opción. Yo no tuve que pagar nada y recibí atención excelente”.
La historia de Irupé y sus trillizos es evidencia de cómo el sistema público puede brindar oportunidades reales de salud y bienestar, aún en los casos más complejos. Se trata de un logro para la Provincia, que continúa apostando por la innovación médica, la accesibilidad y el cuidado humano para todas las familias.