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Written by 8:27 pm Salud

La conmovedora historia de Alberto: el misionero que venció al cáncer de mama

El cáncer de mama en hombres es poco frecuente pero real, y Alberto Thompson, tras descubrir su enfermedad en 2017, enfrentó el diagnóstico con determinación, superó el tratamiento con éxito y hoy, a sus 78 años, comparte su historia para generar conciencia y derribar prejuicios.

Aunque el cáncer de mama se diagnostica mayoritariamente en mujeres, cada año unos 220 hombres reciben el mismo diagnóstico en Argentina, según datos de la Sociedad Argentina de Mastologia. La baja incidencia —menos del 1 % de todos los casos— contribuye a una percepción errónea de que esta enfermedad no afecta al género masculino. Ese desconocimiento suele traducirse en diagnósticos tardíos, vergüenza para consultar o confusión ante los primeros síntomas. Sin dejarse llevar por los prejuicios, en 2017, el misionero Alberto Thompson descubrió por casualidad un nódulo en su pecho y comenzó un camino que lo convirtió, como él mismo dice, con mucho humor, en “el guerrero rosa”.

Alberto, hoy con 78 años, rememoró cuando se encontraba en proceso de recuperación tras las secuelas del cáncer de piel. Aquel período también quedó marcado por el impacto de haber recibido un diagnóstico de cáncer de mama ese mismo año. “Circunstancialmente, de casualidad, me di cuenta de que tenía unos nódulos en el pecho, cuando me estaba bañando”, contó. Ya se encontraba en tratamiento por cáncer de piel en el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga cuando notó la anomalía. Intentó un remedio casero sin éxito y decidió consultar a la doctora Maria Betania Mascheroni. “Una mujer buenísima, como profesional… extraordinaria. Yo nunca había sido paciente de ella, sin embargo me atendió de mil maravillas”, afirmó.

Alberto Thompson
Alberto Thompson y la doctora Mascheroni

El diagnóstico llegó rápido y la cirugía se definió sin demoras en el Hospital Madariaga

Así, Alberto dio cuenta que La especialista gestionó con rapidez los estudios necesarios. “Me mandó a hacer los estudios de mamografía, en donde salieron unos pequeños nódulos, muy chiquitos, porque hacía poco ya salían. Y se hizo la ecografía, y ahí ya salió el carcinoma”, relató. El diagnóstico fue carcinoma ductal. “Una vez que tuvimos ese resultado, me llevó personalmente al mastólogo, al doctor Esteban Pereyra, extraordinario doctor”, remarcó Thompson. El profesional directamente de dijo “señor, usted sabe que está muy grave” y programó su cirugia de inmediato.

“El lunes me dijo: el miércoles te internamos, y el jueves ya te vamos a operar. Yo quedé contento porque es lo que yo quería, un tratamiento rápido”, sostuvo. La operación estuvo a cargo del doctor Carlos Álvarez, colaborador de Pereyra. “A los diez días más o menos ya se había cerrado la cicatriz, me habían sacado todo”, agregó. A los meses ya estaba en condiciones de hacer vida normal.

El paciente fue derivado al Instituto Misionero del Cáncer -que se había inaugurado meses después de su intervención- para evaluar su tratamiento. Tras una consulta médica, recibió una noticia alentadora: no era necesario continuar con quimioterapia, lo que le dio una gran alegría.

“Estoy muy bien”

Desde entonces, continuó con un tratamiento de mantenimiento. “Solamente iba a hacer el tratamiento, estoy haciendo al menos desde hace cinco o seis años, con pastillas nada más, medicamentos”, explicó. Al momento de la entrevista, Alberto continuaba bajo control médico con el oncólogo Marcos Ortiz.

Consultado sobre su estado actual, respondió que “estoy bien, estoy muy bien”. También mantiene cuidados por el cáncer de piel, del que fue tratado antes del diagnóstico de mama. Por eso, sostuvo que “el cáncer de piel es de por vida… se acumula ahí, y es irreversible. Por eso hay que cuidarse mucho del sol, el sol es muy perjudiciado, muy perjudiciado”.

El valor de la prevención y el soporte de la familia

Thompson tambien comentó a Canal Doce el impacto que la enfermedad tuvo en su entorno, fue un momento “muy sacrificado, tuvimos que ir muchas veces de un lado a a otro, soportar burlas por ser una enfermedad de mujer… no es fácil. Pero he recibido mucha ayuda de la familia”. Igualmente, resaltó el seguimiento médico desde el Hospital Madariaga a sus hijas por antecedentes familiares. Ya que “mi hermana tuvo cáncer, tengo otra sobrina que tuvo cáncer, mi hermano también. Entonces los médicos le hicieron un estudio genético también a mis hijas, y gracias a Dios salieron bien, entonces es una mayor tranquilidad”.

Sobre el tratamiento en el Hospital Madariaga, insistió que es “extraordinario, la atención de los médicos, ese cariño profesional que tienen”. Resaltó, en particular el rol de la doctora Mascheroni que fue “extraordinaria doctora, extraordinaria e hizo rápido hizo todos los trámites necesarios, porque el tiempo es oro, como dicen, vale mucho”.

El cáncer de mama es poco habitual en hombres, pero tiene un alto índice mortalidad si no se trata a tiempo

Sin embargo, Alberto hizo énfasis en la necesidad de consultar al especialista adecuado. “Hay que decirle a la gente que vayan prontamente al oncólogo, no al otro médico” insistió. Para él, la clave estuvo en la rapidez con que se actuó, por que “si vos te atrasás, te dejás pasar, que hay todo lo otro, después es más difícil para curar”.

De igual modo, habló sobre el estigma que aún persiste en torno al cancer de mama en hombres. “Es una enfermedad clásica de la mujer, en el hombre es muy raro, y muchas veces muchos tienen vergüenza, y no van más allá, y no se atienden, y mueren por culpa de eso. Por eso, quiero dar un mensaje de tranquilidad, de fe, a toda la gente, sobre todo a los muchachos, porque hay varias personas, acá ya hay varias personas que tienen cáncer de mama”, afirmó Thompson, quien también pidió valorar la atención pública en Misiones, por su nivel de atención y contención.

Por ultimo, Alberto se definió como “el guerrero rosa”, un título que abrazó con orgullo después que una nota periodística lo titulara de esa forma, tras superar una enfermedad poco frecuente en hombres. Una enfermedad que en las campañas de concientización toma como identificativo el lazo rosa. “Soy el combatiente… el guerrero rosa”, repitió con mucho humor.

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