El Ministerio de Salud de la Nación anunció una modificación en el sistema de ingreso a las residencias médicas. La decisión, comunicada este martes, busca corregir un esquema que perjudicaba a los graduados de universidades argentinas frente a quienes cursaron en el exterior. El cambio impactará directamente en el próximo Examen Único de Residencias, que se tomará el 1° de julio, y donde los profesionales competirán por cupos en todo el país.
Las autoridades remarcaron que el nuevo sistema “garantiza prioridad a quienes eligieron formarse en nuestras universidades y comprometerse con la salud de los argentinos”. La medida llega luego de numerosas críticas por parte de médicos y docentes, que denunciaron una desventaja injusta para los egresados locales en la adjudicación de residencias.

Los cambios claves en las residencias médicas
Hasta ahora, el orden de mérito se calculaba promediando la nota de la carrera con el puntaje del examen. Este mecanismo, sin embargo, no contemplaba las diferencias entre los sistemas educativos. En Argentina se aprueba con 4, mientras que en muchas universidades extranjeras la nota mínima es 7. Esa diferencia arrastraba hacia abajo el promedio final de los argentinos, aunque tuvieran trayectorias destacadas.
El ministerio resolvió aplicar un nuevo esquema. A partir de ahora, el orden de mérito considerará el promedio académico, la mitad del resultado del examen y sumará cinco puntos adicionales a quienes cursaron toda su carrera en universidades argentinas. Así, se busca valorar la formación nacional y ofrecer igualdad de oportunidades.
Los cargos en juego se distribuyen entre hospitales nacionales, establecimientos porteños, instituciones de la provincia de Buenos Aires y otros centros del interior. En muchos casos, Nación y provincias comparten el financiamiento. Cada jurisdicción puede aplicar sus propios criterios, aunque se respeta en general el orden surgido del examen nacional.
Este año se inscribieron más de siete mil profesionales. Solo en medicina se disputarán 3.390 cargos dentro del concurso unificado. En 2024, la cifra total había alcanzado los 7.099 cupos, por lo que el nuevo número implica un incremento cercano al 8%.
Sin embargo, la crisis del sistema sanitario quedó expuesta por los bajos niveles de cobertura. Especialidades como medicina general, terapia intensiva, emergentología, clínica médica y pediatría no lograron completar ni la mitad de las vacantes. La situación contrasta con áreas como dermatología, anestesiología y oftalmología, donde la demanda superó la oferta.
El impacto del viejo sistema en las atenciones diarias
El documento oficial que acompañó el anuncio también mencionó el impacto de estas dificultades en la atención diaria. Un comunicado conjunto de 21 sociedades científicas advirtió hace pocas semanas que la falta de residentes ya afectaba la calidad asistencial, especialmente en pediatría.
En la práctica, los hospitales enfrentan dos problemas: por un lado, especialidades vacías; por el otro, abandono de residencias antes de finalizar el primer año. Muchos médicos jóvenes optan por otras opciones laborales, impulsados por motivos económicos o por condiciones de trabajo más favorables.
La tensión también se refleja en conflictos recientes. El Gobierno nacional oficializó la medida mientras continúa el reclamo de residentes del Hospital Garrahan. La protesta visibilizó el malestar por las condiciones salariales y laborales que enfrentan quienes se forman en hospitales públicos.
En la edición 2024 del concurso unificado, casi un tercio de los puestos adjudicados quedaron en manos de egresados del extranjero. En total, 658 de las 2.106 residencias médicas fueron para médicos formados fuera del país. Ese número motivó el debate actual, al que ahora el Gobierno respondió con este nuevo criterio de evaluación.
Por fuera del examen principal, algunos cargos se reasignan a través del sistema de remanentes. Se trata de vacantes no adjudicadas, que se ofrecen en hospitales provinciales a quienes no ingresaron en la especialidad o institución deseada.
Las autoridades aseguraron que seguirán evaluando el sistema de formación médica. Mientras tanto, el Ministerio de Salud apuesta a recuperar el interés de los profesionales en especialidades esenciales, sin perder de vista la necesidad de asegurar condiciones dignas para el ejercicio de la medicina.