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Written by 7:30 pm Internacionales

Trump impuso su agenda en la cumbre de la OTAN y apuntó contra España

Trump logró que la OTAN adopte su exigencia de mayor gasto militar y apuntó con dureza contra la postura de España.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la OTAN concluyeron en La Haya una cumbre signada por la tensión y la imprevisibilidad de Donald Trump. Sin embargo, el presidente estadounidense sorprendió con un tono más conciliador y consiguió el respaldo unánime a su exigencia más ambiciosa: que todos los países aumenten su gasto militar hasta alcanzar el 5% del PBI en 2035.

El documento final de la cumbre dejó clara esta meta y detalló su aplicación en dos vertientes. Por un lado, los aliados deberán destinar al menos el 3,5% de su PBI a gastos estrictamente vinculados a defensa, bajo las definiciones y metas capacitantes establecidas por la propia OTAN. Por otro, podrán contabilizar hasta un 1,5% del PBI en inversiones destinadas a reforzar infraestructuras críticas, sistemas de ciberseguridad y preparación civil, entre otros aspectos vinculados a la seguridad nacional.

Trump celebró este compromiso en conjunto con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y calificó al encuentro como una “cumbre fantástica”. También destacó que esta hoja de ruta representa un “gran éxito” para la alianza.

Con el beneplácito de la OTAN, Trump criticó a España

No obstante, el presidente estadounidense no ocultó su descontento con el rechazo de España al aumento del gasto militar. Apuntó directamente al primer ministro Pedro Sánchez, a quien acusó de negarse a cumplir el nuevo objetivo común. “Es el único país que se niega. Me parece terrible”, afirmó Trump, quien advirtió que “la economía de España podría ser completamente destruida” si no acompaña la medida. Además, amenazó con hacerle pagar “el doble” en el marco de las negociaciones por un nuevo acuerdo comercial.

Frente a esta declaración, el clima diplomático se tensó, aunque las delegaciones europeas evitaron confrontar de manera directa. Desde la conducción de la cumbre, Rutte buscó aplacar la polémica y aseguró que “Estados Unidos apoya plenamente las reglas de la OTAN”, incluyendo el artículo 5 de defensa mutua, que Trump había relativizado días antes durante un vuelo en el Air Force One.

La idea de reforzar el gasto militar se enmarca en lo que la OTAN definió como una respuesta urgente a dos amenazas: la avanzada rusa sobre Ucrania y la persistencia del terrorismo a escala global. Trump, que en otras cumbres criticó a los miembros europeos por sus “pagos insuficientes”, esta vez se mostró conforme con el consenso alcanzado. Según el comunicado final, los países aliados buscan “liberar el potencial de innovación y fortalecer la base industrial de defensa” de cara a los desafíos futuros.

La relación con Ucrania

En este contexto, Trump también protagonizó una reunión con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, quien llegó a La Haya en busca de respaldo y ayuda militar adicional. El encuentro duró casi una hora y fue definido como “constructivo” por el propio Zelensky. Según relató el líder ucraniano, ambos discutieron posibles caminos hacia un alto el fuego y una “verdadera paz” en Ucrania.

Trump, en tanto, afirmó que Zelensky fue “muy amable” y evitó dar detalles precisos sobre eventuales negociaciones. “Solo quería saber cómo estaba. Lo que saqué del encuentro es que quiere que la guerra termine”, aseguró el mandatario estadounidense. También mencionó la posibilidad de enviar más baterías de misiles Patriot a Ucrania, aunque aclaró que estos sistemas “son difíciles de conseguir”.

La impredecibilidad de Trump

El tono del encuentro contrastó con el desconcierto que había provocado la semana anterior en Canadá, cuando Trump abandonó antes de tiempo la cumbre del G7 y evitó firmar una declaración conjunta sobre la “agresión rusa”. En La Haya, en cambio, respaldó el documento final que menciona expresamente a Moscú como una amenaza para la seguridad euroatlántica.

Sobre Medio Oriente, Trump también abordó la situación del conflicto entre Irán e Israel y destacó que el alto el fuego “va muy bien”. Sostuvo que los bombardeos ordenados por su gobierno retrasaron “varias décadas” el programa nuclear iraní, lo que a su juicio representa una victoria estratégica.

La cumbre de La Haya dejó en claro que la política exterior de Trump combina presiones directas, amenazas comerciales y demandas concretas en materia de defensa, pero también busca mostrar compromiso con los principales escenarios de conflicto. Mientras tanto, los miembros europeos de la OTAN intentan sostener el delicado equilibrio entre acatar sus exigencias y preservar la cohesión interna de la Alianza Atlántica.

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