Un camino de vocación, entrega y acompañamiento
Con más de cuatro décadas dedicadas a la salud pública, Mirta Raquel Sánchez cerró este lunes una etapa fundamental de su vida. A sus 63 años, se jubiló tras 44 años de servicio como enfermera en distintas instituciones de Misiones. Su último día laboral fue en el Hospital Madariaga de Posadas, donde se desempeñó desde 2010, acompañando la apertura de este centro que hoy es referente en el NEA.

“Soy Mirta Raquel Sánchez, tengo 63 años y estoy empezando mi jubilación. Hoy es mi último día”, compartió con emoción y orgullo. Recordó que junto a un equipo de enfermeros, médicos y kinesiólogos comenzó la guardia del nuevo hospital en 2010, un desafío que marcó su crecimiento profesional y personal. “Todo era diferente al hospital donde trabajaba antes. Era un cambio total”, señaló.
Además de su trabajo asistencial, Mirta fue guía y formadora de jóvenes profesionales. “Fui una de las más grandes de la guardia. Me decían ‘mamá’, ‘mamita’, y yo lo tomaba con mucho cariño”, relató entre risas. A lo largo de su carrera, transmitió conocimientos, valores y humanidad a quienes se iniciaban en la profesión.
Un legado que perdura en la salud misionera
La historia de Mirta comenzó en Eldorado en 1981, donde ejerció hasta 2006. Luego, por cuestiones laborales, se trasladó a Posadas, sumándose al equipo del Madariaga. “Me llevo lo más grande de todos. Estoy muy orgullosa de todas las personas que conocí, me apreciaban y respetaban”, expresó con gratitud.
En su despedida, no faltaron palabras de agradecimiento para su familia, colegas y Dios, a quienes considera pilares fundamentales en su recorrido. Su mensaje a las nuevas generaciones fue claro: “Sigamos adelante. Esta profesión es hermosa, llena el alma y ayuda a quienes más lo necesitan”.

Mirta también remarcó la importancia de la contención emocional: “Hay que tenerle mucha paciencia y comprensión a los pacientes y a sus familiares. Eso es clave en nuestra labor”.
Con una sonrisa amplia, se despidió del hospital que la vio crecer durante los últimos 14 años. Su huella en la salud pública de Misiones queda grabada en la memoria de sus colegas, pacientes y en cada rincón donde trabajó. Una historia de compromiso que inspira a seguir cuidando con el corazón.