En una sesión signada por la tensión política y los cruces verbales, la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación vivió un escándalo que culminó con la retirada de varios legisladores y el levantamiento del debate por falta de quórum. La discusión giró en torno a dos temas sensibles para el oficialismo: el financiamiento de las universidades nacionales y la emergencia en el Hospital Garrahan. Tras horas de confrontaciones, la sesión finalizó en medio de insultos, empujones y gritos entre representantes de Unión por la Patria (UxP) y La Libertad Avanza (LLA).
El bloque opositor logró imponer dos emplazamientos que obligan al oficialismo a tratar en comisión los proyectos referidos al financiamiento educativo y la situación sanitaria. Con 136 votos, UxP, junto a Democracia para Siempre, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda e Innovación Federal, habilitó la sesión especial que no contaba con los dos tercios requeridos para tratar los proyectos sobre tablas, pero sí alcanzó mayoría simple para forzar el debate. El libertario José Luis Espert, titular de la comisión de Presupuesto, deberá convocar a dictamen el próximo 8 de julio.
Entre insultos y confrontaciones
El primer emplazamiento aprobado obliga a las comisiones de Presupuesto y Educación a debatir los proyectos vinculados al financiamiento de las universidades. Participaron de esa votación algunos diputados habitualmente cercanos al oficialismo, como Marcela Pagano, Oscar Zago y diez miembros de la UCR oficialista, incluido su presidente Rodrigo De Loredo. El segundo emplazamiento convoca a las comisiones de Salud, Familia y Presupuesto a tratar el mismo día la declaración de emergencia en pediatría impulsada tras la crisis del Hospital Garrahan.
Mientras avanzaban los temas impulsados por la oposición, las discusiones fueron escalando. Diputadas de UxP increparon a Espert en el recinto. “Cagón, psicópata, mandás a la Justicia”, le gritó Florencia Carignano. Paula Penacca agregó: “Vos sos otro”, en lo que pareció ser una alusión al diputado Fernando Iglesias. La confrontación alcanzó a Juliana Santillán, también de LLA, con quien Penacca mantuvo un intercambio verbal. La situación derivó en un clima caótico que obligó a suspender la sesión.
Un debate sensible en la Cámara de Diputados
El quórum se había logrado gracias al aporte de varios legisladores de bloques provinciales que en otras ocasiones se habían mostrado afines al oficialismo. Estuvieron presentes diputados alineados con Martín Llaryora como Francisco Morchio de Entre Ríos, Agustín Domingo (Río Negro), Yolanda Vega (Salta) y Osvaldo Llancafilo (Neuquén). También participaron disidentes radicales como Julio Cobos, Natalia Sarapura y Fabio Quetglas. La presencia de estos legisladores expuso el enfriamiento de la relación entre los gobernadores y la Casa Rosada.
La jornada legislativa había comenzado con enfrentamientos sobre el tratamiento del caso $Libra, en una moción presentada por Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) para destrabar la comisión investigadora paralizada por empate. Aunque no se votó en el momento, el conflicto reglamentario encendió los ánimos. A partir de allí, los temas polémicos como la situación presupuestaria del Garrahan, el financiamiento educativo y causas judiciales vinculadas al oficialismo agravaron el tono del debate.
“Fue una actuación para no seguir con el debate”
Desde el oficialismo sostuvieron que la sesión fue “una actuación para no seguir con el debate”, mientras que un diputado dialoguista sostuvo que “solo iban a salir aprobados los emplazamientos para universidades y Garrahan porque es lo único que tenía consenso”. El calendario de sesiones establece que el 8 de julio se reunirán desde el mediodía las comisiones de Acción Social y Salud Pública, Familia, Presupuesto y Educación para tratar los temas pendientes. También se incluyeron en la agenda proyectos sobre ley Pyme, salud mental y Alzheimer.
Durante la emisión del Noticiero Central de Canal Doce, el periodista Juan Carlos Arguello brindó una evaluación crítica de la jornada legislativa. Indicó que el encuentro había comenzado con un acuerdo entre todos los bloques opositores para tratar el financiamiento universitario y la situación presupuestaria del Hospital Garrahan, ambos afectados por el retiro de fondos nacionales. Sin embargo, el desarrollo de la sesión derivó en un escándalo, sin ninguna moción ni ley aprobada.
El periodista señaló al diputado José Luis Espert, a quien describió como el principal foco de conflicto. Según Arguello, se generó un fuerte cruce cuando se lo interpeló por su postura ideológica. “Lo que le cuestionaban a Espert es que es un diputado que se define como antiestado y, sin embargo, estaba celebrando que el Ministerio de Seguridad haya detenido a una segunda mujer que sería la protagonista de la agresión a su vivienda”, comentó.
La batalla campal
La situación se agravó cuando la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, publicó en redes sociales la imagen de Alessia Abaigar como sospechosa. “Ahí se desató esta batalla campal, donde ya se pierde, si se quiere, el hilo de la discusión de fondo”, agregó.
Arguello explicó que el tratamiento de los temas no contaba con respaldo del oficialismo, pero sí logró el apoyo de algunos legisladores libertarios que se sentaron para dar quórum. Es más, comentó que “lo que ahí evidencia también es una grieta dentro del propio oficialismo, más allá de la grieta a la que estamos acostumbrados entre oficialismo y oposición”.
También mencionó que hubo bloques provinciales que acataron la orden de no sesionar. “De hecho, el radicalismo y otros espacios provinciales también, por ejemplo Corrientes, estuvo del lado del Gobierno nacional para que no salga la sesión, para que caiga la sesión”.
Finalmente, contrastó lo ocurrido en el Congreso con la práctica legislativa en Misiones. Dijo que en esa provincia las discusiones tienen “mucho más altura y respeto”. Agregó que “hablamos de una provincia que financia la salud pública en un momento de retroceso de la presencia del Estado, tanto en la salud como en otros aspectos de lo que antes ocupaba el Estado. Mientras, el Gobierno nacional ha decidido retroceder y estas son las esquirlas, si se quiere, de esta situación”.
