El tecnólogo y emprendedor Santiago Bilinkis se refirió a la reciente ley sancionada en Misiones que establece un marco normativo para la incorporación transversal de la inteligencia artificial (IA) en el sistema educativo. En sus declaraciones, destacó el carácter pionero de la provincia y remarcó tanto las oportunidades como los riesgos que implica este avance.
“Creo que es genial que Misiones esté siendo pionera en este asunto”, afirmó Bilinkis, y lo comparó con otros distritos que, a su juicio, llegan tarde al debate. Recordó un caso reciente en el conurbano bonaerense: “El intendente empapeló todo con carteles que decían ‘a partir de 2025 programación en todas las escuelas’. Y a mí me daba ganas de decirle: llegaste 15 años tarde”.
Para él, el hecho de que en Misiones ya trabaje seriamente en este tipo de políticas coloca a la provincia 15 años por delante de otras regiones del país.
Santiago Bilinkis plantea un camino difícil
Sin embargo, también fue enfático al señalar que no será un camino sencillo. “Van a encontrar resistencia, va a traer problemas, porque no es sencilla la adopción”, aseguró. Según Bilinkis, el mayor desafío no es técnico, sino pedagógico y cultural. “¿Cuál es el problema más grande de aplicar IA en las escuelas? Que los chicos pueden usarlo para no pensar”, advirtió.

En ese sentido, planteó que la clave será enseñar a las nuevas generaciones a trabajar con la IA, no a delegar en ella todo el proceso de aprendizaje. “La tentación de hacer el trabajo con la IA, sacarse un seis y salir a jugar a la pelota va a estar”, reconoció.
Pero insistió en que el rol de la educación será formar estudiantes capaces de construir su propia opinión, de armar su propio trabajo con la ayuda de la tecnología, no a través de su sustitución.
Una sociedad reacia a la IA
Además de hablar sobre la ley misionera, Bilinkis reflexionó sobre el nivel general de uso de estas herramientas en la sociedad. Según sus estimaciones, “tres de cada cuatro personas todavía no usan IA o no saben cómo hacerlo”, a pesar de que hace ya más de dos años que se lanzó ChatGPT.
Para él, esto se debe a dos factores: la falsa creencia de que es difícil de usar y la idea de que no se sabe para qué podría servir. “La verdad es que te puede ayudar con las cosas más cotidianas”, explicó. Desde resolver qué cocinar con lo que hay en la heladera, hasta preparar una entrevista laboral o ayudar a un hijo con la tarea.

Bilinkis también pidió desmitificar a la inteligencia artificial. “La gente tiende a verla como un enemigo o como algo que va a traer problemas. Y para mí hay que sacarle ese halo de complejidad: te lo instalás en el teléfono y charlás”, resumió.
Finalmente, proyectó que los próximos dos años marcarán un cambio gigantesco en el uso y comprensión de estas tecnologías. Y concluyó con una advertencia concreta: “No es que la IA nos va a dejar sin trabajo, pero sí vamos a empezar a ver que las personas que sepan usar IA van a reemplazar a las que no sepan”.