La escena del ska argentino atraviesa uno de sus momentos más dolorosos tras conocerse la muerte de Araceli Julio, cantante y compositora, integrante de la banda Satélite Kingston. La artista falleció el pasado miércoles 9 de julio a los 39 años en el Hospital Central de San Isidro, luego de luchar contra un cáncer que había hecho público a comienzos de este año. Su partida impactó de lleno en la música independiente y también en el ámbito cultural y social, donde su voz se alzó contra los recortes en salud pública que afectaron su tratamiento.
Nacida en La Plata, madre de una hija y un hijo, Araceli fue una figura clave en el ska latinoamericano durante dos décadas. Su llegada a Satélite Kingston a fines de los años 2000 marcó un punto de inflexión en la banda, que encontró en su voz potente, melódica y sensible una renovación estilística que fusionaba el ska clásico con la canción popular rioplatense. Con el grupo, grabó discos fundamentales para el género, como El enemigo y Todo el tiempo, y dejó canciones que los seguidores convirtieron en himnos: “La última carta”, “El hilo” y “En mil años”, piezas donde su interpretación transmitía emoción y energía.
Su trayectoria no se limitó a los escenarios tradicionales del país. Satélite Kingston giró por Chile, Brasil y México, donde logró consolidar un público fiel. El punto más alto de esta expansión regional se produjo en noviembre de 2024, cuando la banda encabezó el escenario principal del festival Skatex, en las afueras de Ciudad de México. Allí, frente a más de 30.000 personas, Araceli brilló con una interpretación histórica de “La última carta”, considerada por muchos como el clásico under más representativo de la escena ska latinoamericana.
A la par de su trabajo con la banda, Araceli exploró nuevos lenguajes artísticos a través de su proyecto personal La Bicicleta de Saturno, donde profundizó en la fusión de géneros caribeños, urbanos y rioplatenses. Con este proyecto, se presentó por última vez el 22 de febrero en el Multiespacio Korova, del barrio de Palermo. Además, formó parte del colectivo Boom Chapadama, que combinaba teatro, danza y percusión urbana, ampliando su perfil como artista integral.
Con información de infobae.