Santino, el niño misionero de 6 años, continúa su tratamiento contra la leucemia en el Hospital KK Women’s and Children de Singapur. Recibió dos trasplantes de médula ósea y, tras cumplir con los períodos de aislamiento médico, volvió a reencontrarse con su papá, Érico Rzesniowiecki, quien fue el primer donante.
El aislamiento es una medida fundamental para proteger al receptor del trasplante de médula ósea. Se debe a que el sistema inmunológico queda comprometido por la quimioterapia de alta intensidad que elimina las células enfermas. Durante ese proceso, el paciente no produce defensas y queda vulnerable a infecciones. Permanecer en un entorno controlado reduce el riesgo de exposición a virus, bacterias y hongos.


A su vez, van dos semanas del segundo trasplante que recibió Santino. El segundo fue particularmente de células compatibles provenientes de un cordón umbilical de una mujer de Canadá. Según informó su madre, Natalia, los valores de los análisis están comenzando a mejorar, lo que significa que alguna de las médulas comenzaron a trabajar.
Es importante mencionar, que en esta etapa la evolución se mide minuto a minuto. El niño enfrenta dolores fuertes, exámenes y controles frecuentes. Sin embargo, en los videos compartidos por su madre en la cuenta de Instagram @amorporsantino, se lo puede ver con buen ánimo, lo cual consideran fundamental para fortalecer su recuperación.
A través de ese mismo medio sigue en vigencia la red solidaria para quienes deseen colaborar con los costos que la familia durante el tratamiento de Santino.