La Asociación de Productores Yerbateros Oñoirú valoró positivamente la incorporación de “bases científicas” al desarrollo de la actividad. Fue durante la VI Jornada sobre Cambio Climático y Biodiversidad en los Yerbales de Misiones. Allí aseguraron que instituciones como el INTA y el INYM son actores claves en la producción y rentabilidad del agronegocio.
En Paraguay, los yerbateros o el campesinado (como se autodenominan) hace yerba de modo orgánico (sin usar agroquímicos) y al visitar Misiones, pusieron de relieve en la forma que se están llevando a cabo estos procesos de este lado del río. Fue en el marco de la VI Jornada sobre Cambio Climático y Biodiversidad en los Yerbales de Misiones. El evento, organizado por la Fundación Hora de Obrar, se llevó adelante días pasados en el Instituto Línea Cuchilla, de la localidad Antonio Ruíz de Montoya.
Allí, diferentes instituciones presentaron investigaciones que permitirán a los productores abordar con mayor previsibilidad los desafíos frente al cambio climático. Además, gracias a la divulgación de estos estudios, se abrieron nuevos horizontes para el desarrollo de una producción 100% orgánica de la yerba mate.
Tal es el caso de Oñoirú, una asociación de pequeños productores de yerba en Paraguay que existe desde el año 2001 y desde el 2015 logró la transición plena hacia el modelo agroecológico.
Pedro Vega, uno de los representantes de la marca, participó de la jornada y destacó la visión de instituciones como del INYM y el INTA en la República Argentina, ya que se trata de “una base científica que estamos trasladando hacia allá”.
Vega afirmó que gracias a la incorporación de estas investigaciones han logrado un avance significativo en lo productivo y en materia de rentabilidad. “Significa mucho para Oñoirú y la mayoría de los productores yerbateros que existen en Paraguay” expresó. Y aseguró que es totalmente posible “desarrollar un modelo de negocios que sea rentable, sostenible y que realmente genere oportunidades para los socios, sus hijos y la comunidad entera”.
Oñoirú, más de dos décadas en desarrollo agroecológico
Según explicó Vega, Oñoirú surgió “desde el seno del campesinado paraguayo, de pequeños productores”. Como ya se mencionó anteriormente, su fundación data desde el año 2001, sin embargo recién en 2015 comenzaron a distribuir yerba mate agroecológica. Y que ya desde el primer acta firmado, existe constancia de que el comité fue creado con el objetivo de desarrollar la producción orgánica.
Eso fue, según Vega, “la cumbre” de la actividad agroexportadora en Paraguay. La marca planteó un modelo de producción diferente, basado en el conocimiento de los productores y el cuidado de la biodiversidad local. También adoptaron y promovieron prácticas tradicionales como la minga, parcelas comunitarias, ventas colectivas y espacios de formación.
Y afirmó que este trabajo es un legado familiar: “Nuestros padres desarrollaron la forma de producción para que la yerba sea totalmente orgánica”, añadió. En la actualidad, reconoció que las nuevas generaciones han tomado estos valores para potenciar la rentabilidad del agronegocio y hacerlo sostenible para toda la comunidad.
