Este domingo se jugó la final entre los Oklahoma City Thunder y los Indiana Pacers, el séptimo de una larga serie que se mantuvo pareja desde el inicio. Con la ventaja de la localía, OKCaprovechó el contexto y estiró la diferencia en la segunda mitad para finalmente quedarse con el partido por 103 a 91.
Este se trata del primer anillo de la franquicia bajo su actual denominación, ya que previamente había conseguido el título con el nombre de Seattle Supersonic en 1979. Su única final hasta 2025 en Oklahoma había sido en 2012, con derrota ante el Miami Heat de LeBron James.
Los Thunder de Shai Gilgeous-Alexander fueron el mejor clasificado de la temporada y favoritos en la serie. Por otro lado, los Pacers de Tyrese Haliburton llegaron a la final protagonizando remontadas para el recuerdo en los playoffs, pero la lesión de su mayor figura cambió para siempre la final.
La dura lesión de Haliburton y la influencia en la victoria de Oklahoma City Thunder
Cuando faltaban poco menos de cinco minutos para que terminara el primer cuarto, Haliburton quedó tendido en el suelo y sus gritos de dolor indicaron que no se trataba de una lesión leve. Sin parte médico oficial, la imagen que dejó el base de Indiana fue impactante: estuvo varios minutos sin poder moverse y se retiró de la pista sin poder pisar.
Shai Gilgeous-Alexander fue el jugador que más aportó en el séptimo juego de la final. Fueron 29 puntos y 12 asistencias para él en la planilla, siendo clave una vez más para su equipo en la temporada que lo consagró con el MVP.
Los Thunder son el séptimo campeón diferente en los últimos siete años de una NBA que no observa un bicampeonato desde los Warriors de 2017 y 2018.
